En un gran bazar de intercambio de objetos muy diversos fue en lo que se convirtió, ayer por la tarde, el centro social El Cortijo, de La Corredoria. Y es que esta iniciativa, que ya va por su quinta edición, está siendo todo un éxito, porque, además del cambio de objetos, se logra afianzar la convivencia vecinal.

"De lo que se trata es de intercambiar cosas que no tengan un valor para sus dueños, pero que estén en buen uso y puedan servir para otras personas, y también de que todos valoremos que no merece la pena tirar objetos que ya no nos sirven y que están en buen estado", resumió Francisco Piquero, que es el coordinador de este centro social.

Este singular mercadillo busca, además, promover el consumo responsable, al tiempo que pone en valor todo tipo de artículos que merecen una segunda oportunidad, para que sean reutilizados. Libros, discos, todo tipo de complementos, pequeños electrodomésticos, juguetes y objetos muy diversos propios de regalo fueron intercambiados ayer desde las seis a las ocho de la tarde. En total, se realizaron más de trescientos trueques.

"La idea no sólo es muy buena, sino también muy práctica, porque nos permite desprendernos de muchas cosas que tenemos en casa y que no utilizamos", explicó Ana Rosa González, que estaba feliz por haberse librado de muchos de los "trapos" que habían comprado sus hijas. A cambio, marchó para su casa con un perfume, figuras y una pequeña pirámide con arena del desierto que le aseguraron daba buena suerte, comentó con humor.

Muy cerca, Victoria González estaba muy contenta porque había cambiado cosas que ya no utilizaba por otras para su hijo, desde puzles a libros, pasando por juguetes. "Es una pena que no tengamos esta cultura del intercambio como los americanos, incluso para poder vender, pero por lo menos en La Corredoria ya dimos este primer paso".

En términos similares se manifestó Cristina Sánchez, que, junto a su pequeña hija Nora de la Mata, también disfrutó del trueque. "Este tipo de iniciativas son también muy positivas para los críos, ya que, si vienen desde pequeños, comprenden que este tipo de intercambios es algo natural".

La concejala de Atención a las Personas e Igualdad, Marisa Ponga (PSOE), tampoco se quiso perder esta cita tan gratificante.