El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tiene dimensiones mastodónticas, y muchas de sus estadísticas lo son también. Ésta era desconocida hasta la fecha, pues en el viejo edificio del Cristo resultaba prácticamente imposible calcularla: siete millones. Es la cuantía aproximada de análisis clínicos que al cabo de un año se llevan a cabo en el Laboratorio de Medicina del complejo sanitario de La Cadellada. "Recibimos en torno a un millón de peticiones, lo que significa que, como promedio, de cada paciente se nos piden siete pruebas", explica Francisco Álvarez, director del área de gestión que conforma el citado laboratorio del HUCA, cuya plantilla está integrada por unos 250 profesionales, de los cuales unos 60 son facultativos.
"El traslado al nuevo edificio nos ha permitido dotarnos de una tecnología que antes no teníamos, y realizar pruebas que antes nos veíamos obligados a enviar fuera", subraya el máximo responsable del área. Han dejado de derivarse a otros laboratorios análisis cuyo coste global suponía un gasto de unos 500.000 euros, y que ahora "podemos hacerlos aquí a un precio muy inferior". Queda un remanente de análisis que continúan siendo externalizados. Son aquéllos que "por ser muy poco frecuentes no resulta rentable realizarlos en el HUCA".
Con las nuevas instalaciones y los nuevos equipos, "tenemos más capacidad de trabajo con el mismo personal, gracias a la automatización", argumenta Francisco Álvarez, quien agrega que, en las circunstancias actuales, "el laboratorio está capacitado para ser más eficiente". De hecho, apostilla, "no tenemos lista de espera".
Bajo esta premisa, el director del Laboratorio de Medicina ha propuesto a la dirección del HUCA y del Servicio de Salud del Principado (Sespa) una idea que seguramente puede ser considerada revolucionaria en este ámbito sanitario: "Abrir nuestras instalaciones a peticiones tanto de otros centros públicos como de otras entidades". Dicho de otro modo, ofrecer sus servicios "incluso a la sanidad privada". "Estoy seguro de que a muchas instituciones les encantaría enviarnos pruebas si les ofrecemos esta posibilidad", señala Francisco Álvarez. En este aspecto, los responsables del Laboratorio de Medicina están pendientes de que la Consejería de Hacienda actualice las tarifas de los servicios públicos, "que en el caso de los análisis de nuestro laboratorio serían aprobadas por vez primera". Una vez que este trámite esté cumplimentado, la decisión de ofertar servicios a clientes externos ya quedará exclusivamente en manos de las autoridades sanitarias.
Francisco Álvarez siempre se había mostrado muy optimista ante las expectativas que generaba el cambio de recinto hospitalario. Los diversos laboratorios del viejo HUCA -casi una quincena: genética, hematología, inmunología, oncología...- estaban dispersos y distantes. Como ya se ha dicho, era inviable incluso contabilizar la cifra global de análisis que se llevaban a cabo. Otro ejemplo: la anterior estructura multiplicaba los puntos de extracción de muestras. "En el Cristo teníamos una plantilla de secretarias para la recepción de pacientes que multiplicaba por 2,5 la que tenemos ahora", destaca el responsable del Laboratorio de Medicina.
Francisco Álvarez no duda en definir el traslado del Cristo a La Cadellada como "una dura travesía del desierto". Pero agrega que, a día de hoy, "la mejora de nuestras prestaciones ha sido significativa y objetiva, y eso lo atestiguan nuestros compañeros clínicos y también las encuestas que se han realizado a los pacientes". Destaca, en concreto, que la inmensa mayoría de los usuarios "no esperan más de diez minutos" sobre la hora establecida para la cita.
El director del laboratorio destaca la conexión directa con atención primaria y los hospitales comarcales. "Los centros de salud dicen que hemos mejorado en rapidez y calidad". La mayor parte de los encargos que llegan de primaria "son reportados en el día", y hay otros, "los menos", en los que la respuesta "oscila entre 24 horas y 15 días". La analítica normal "se informa en el día". El horario del laboratorio se ha extendido, y en el momento actual va de las siete y media de la mañana a las seis y media de la tarde. El laboratorio de respuesta rápida está activo las 24 horas de los 365 días del año. Con el traslado a La Cadellada, la capacidad de respuesta de la unidad ha mejorado. Y esa optimización se plasma en los tiempos. "Los pacientes oncológicos que vienen a consulta y se les realiza una extracción tienen los resultados en las consultas antes de dos horas", indica. En el caso del laboratorio de respuesta rápida, el análisis está resuelto "en menos de una hora, algo que era imposible en el viejo HUCA".
El sistema informático del HUCA causó muchos problemas inicialmente en el área de análisis. "Ahora estamos mucho mejor, aunque a veces surgen pequeños problemas que son subsanables. Digamos que el Millennium funciona aceptablemente; siempre hay margen de mejora", señala.
Francisco Álvarez considera que la estructura integrada del Laboratorio de Medicina del HUCA, única en España pero frecuente en los países más avanzados, ha demostrado su validez. Todos los laboratorios "funcionan como una organización única, con áreas transversales, sin perder la identidad de cada servicio". Con todo, vaticina que "el verdadero potencial del laboratorio se verá en dos o tres años, cuando esté perfectamente asentado y tenga desarrollada toda la tecnología". Por el momento, el área ha logrado nuevas acreditaciones de calidad. "Antes sólo estaba acreditado el laboratorio de bioquímica, pero ahora tenemos acreditados los de inmunología y genética, y en dos o tres años esperamos tenerlos todos. Eso será una demostración objetiva de calidad total", enfatiza el director del laboratorio.
Desde el punto de vista científico, y pese a lo laborioso del traslado, en el año 2014 se defendieron cuatro tesis doctorales y 15 proyectos de investigación, y se publicaron 49 artículos en revistas internacionales. "En 2015 la producción será bastante mejor, y esa es nuestra obligación como hospital universitario", señala Francisco Álvarez, quien presidió a Sociedad Española de Bioquímica Clínica entre 2007 y 2015. En esta misma línea, sostiene que, con carácter general, "para un hospital de las características del HUCA sería fundamental enviar gente fuera del hospital, incluso fuera de España, y evitar la endogamia".
