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Quién dijo que en Navidad no hay nada

Las bibliotecas públicas de la ciudad acogen talleres de arte, animación a la lectura y cuentacuentos para niños hasta el 8 de enero

Tres de los participantes en el taller infantil "Biblioarte", que se celebró ayer por la tarde en la biblioteca de La Granja y en San Lázaro. En el círculo, una asistente al cuentacuentos. L. M.

"La tierra es un balón que se pinchó, con el que juegan los gigantes como yo. Una patata puede ser un capitán, es transparente como un trozo de metal, dice la letra de la canción "Mario" de MClan. Y ayer, en las primeras sesiones de los talleres "Biblioarte", que Juan y Lucía Falcón impartieron en las biblioteca de La Granja y San Lázaro, esa frase se hizo realidad. En los dibujos de los más de 25 niños que participaron en estos talleres las nubes tienen forma de "m", y el sol comparte protagonismo con las lluvias y las tormentas en el mismo cielo azul. Las cerezas son casi tan grandes como las ramas que las sostienen, y las casas con chimenea se asientan en las frondosas copas de los árboles. "Queremos que su imaginación vuele, que cada uno pinte lo que quiera y que entiendan que no hay un estilo único en el arte", explica Lucía Falcón.

Esta actividad se enmarca dentro de los talleres infantiles especiales de Navidad, para niños de 6 a 12 años, que el Ayuntamiento de Oviedo realizará en las bibliotecas de toda la ciudad hasta el 8 de enero, rompiendo esa frase habitual entre los padres de que "en Navidad no hay nada". Además de arte, habrá todos los días cuentacuentos con David Acera y Gloria Sagasti, y el taller de animación a la lectura "El bombín de los cuentos", que imparten los animadores socioculturales de la red de bibliotecas. "Se busca que durante estas fechas de vacaciones, los más pequeños de la casa aprendan haciendo cosas divertidas y creativas, siempre relacionando varias ramas de la cultura", afirma Falcón. Por eso, sus talleres, que hoy llegarán a Ciudad Naranco, Pumarín y Ventanielles, comienzan con la búsqueda de libros de arte en las estanterías de la biblioteca. "La intención es que se familiaricen con ellos, que sepan donde encontrarlos y vean cómo son". En la selección final de libros aparecen Picasso, Monet o Miró. "Este grupo de pintores decidieron un día que iban a dejar de pintar de manera realista y que iban a innovar pintando las cosas de forma mucho más simple". Falcón pone como ejemplo a Matisse. "Pintaba las cosas de un color que no fuera el real. Sus manzanas eran azules o naranjas". Sara y Helena, las más pequeñas de la clase, la miran de reojo mientras comentan en bajito una página del libro que tienen delante. Es el "Guernica". "Aquí hay un bebé y aquí un hombre que pisaron y no se puede levantar", le dice la una a la otra. Lucía Falcón les explica que en las dos sesiones de los talleres van a hacer un libro de arte. "Tendréis que pintar un paisaje, un retrato y un bodegón. Hacer la ficha con el título, el año y el autor. Y la portada y la contraportada del libro". Les encanta tener tanto trabajo por delante y empiezan con el paisaje. "¿Qué pintaste, María?", le preguntamos. "Un mundo de dinosaurios y seres raros que se comen a la gente", dice esta niña de 8 años. Cerca de ella, Paula, de 11 años, colorea un dibujo del Campo San Francisco y Rebeca, de 8 años, pinta de rosa el bikini de una chica tomando el sol en la playa. "Soy yo en la arena de Gijón", cuenta entre risas. Llega la hora de irse y todos guardan su libro hasta la próxima sesión en la que rematarán su pieza más especial de estas Navidades.

Mientras, en la biblioteca de Ciudad Naranco disfrutaban de los "Cuentos de siempre para niños y niñas de ahora" con David Acera; y en Pumarín, del "Tronco de Navidad" de Gloria Sagasti. Porque en la cultura es para todos los gustos.

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