Asturias cierra el año 2015 con un récord de los más valiosos: una plusmarca de solidaridad. La región ha contabilizado en el ejercicio que hoy concluye cerca de 44.500 donaciones de sangre. Esta cifra supera con holgura el máximo establecido en 2011, cuando se alcanzaron 43.194 bolsas, y sencillamente arrasa a las 41.105 donaciones registradas en 2014.

Este dato, muy positivo, se suma a otro de mayor trasfondo, por su presumible impacto en el futuro: casi 5.000 donantes nuevos (en su mayoría, menores de 35 años), frente a los 2.866 del año anterior. Los donantes de sangre constituyen un colectivo particularmente necesitado de un relevo generacional.

Los responsables del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias manifestaron esta mañana su "satisfacción y agradecimiento a los donantes" por el balance de 2015, pero subrayaron que "ni mucho menos puede dar lugar a una actitud de relajo". Aluden con estas palabras al constante incremento de la demanda de sangre que les llega de los hospitales de la región, intensificada estos días atrás por la elevada actividad de trasplantes en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

El punto de inflexión que ha dado lugar a esta marca se produjo el pasado 11 de marzo, cuando se registraron las primeras suspensiones de intervenciones quirúrgicas en los centros sanitarios de la región, principalmente en el HUCA, a causa de la carencia de algunos tipos de sangre. El llamamiento a la ciudadanía dio resultado y logró contrarrestar el notable crecimiento de la demanda por parte de los hospitales: del 5,5 por ciento en hematíes, y del 15,5 por ciento en plaquetas.