La parroquia de El Fresno , que se encuentra a unos siete kilómetros de la capital del concejo, se encuentra en una zona privilegiada a la hora de hablar de entorno paisajístico. Limitando al norte con las parroquias de Cabruñana y Villapañada; al este con La Mata, al sur con Pereda y al oeste con el concejo de Salas, de todos es conocido su emplazamiento en la divisoria entre los valles de los ríos Nalón y Narcea. No cabe duda que con tiempo despejado, y desde el emplazamiento del Santuario de la Virgen del Fresno, hay unas vistas espectaculares, llegando a divisarse el monte Naranco, en Oviedo. Inclusive hay quienes afirman que los días extremadamente despejados pueden verse hasta los montes de la sierra del Sueve.

Las huellas de la Historia están presentes a cada paso en esta parroquia pues está atravesada de norte a sur por el Camín Real de La Mesa mientas que, de oeste a oeste, quien la cruza es el Camino hacia Santiago. No cabe duda, pues, que El Fresno es una tierra de cruces de caminos por lo que, sobre todo con buen tiempo, son muchos quienes los recorren en peregrinación. Alguno que otro peregrino se habrá topado una de las vecinas de más edad del lugar, una mujer encantadora llamada Rogelia Fernández Pando, de "Casa de Julio la Torre" en la localidad de Alvare, y que en mayo cumplirá cien años, algo que afirma con orgullo. Ella es quien nos informa de que, una capilla existente entre El Bondello y La Caridá, está dedicada a Santa Apolonia. "Antaño estaba en el prao del Sargento pero hace años la cambiaron para donde está ahora", señaló.