La incidencia de la gripe aumentó en Asturias en las tres últimas semanas de 2015 -sobre todo entre jóvenes y menores de 14 años-, lo que implica el inicio de la onda epidémica de esta temporada. Según los datos recogidos por la Red de Médicos Centinela de Asturias, en la última semana del pasado diciembre la actividad gripal presentó una tasa de incidencia estimada de 148 casos por cada 100.000 habitantes. "La situación se considera de intensidad baja y difusión esporádica", señala la Consejería de Sanidad en un comunicado difundido ayer.

Según la citada nota, "la evolución de la enfermedad esta temporada está siendo prácticamente igual a la del invierno anterior". Por grupos de edad, la incidencia aumenta en adultos y niños, especialmente entre los menores de cuatro años, y se mantiene baja a partir de 65 años.

A la vista de estos datos, "se espera que la incidencia de gripe continúe aumentando en las próximas cuatro semanas hasta alcanzar un pico a finales de enero o principios de febrero". Por el momento, el virus predominante es el virus pandémico A (nH1N1), por lo que es probable que la incidencia sobre las personas mayores de 64 años sea baja.

En el conjunto de España, la difusión de la enfermedad es esporádica en Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Navarra y País Vasco, y nula en el resto.