"Estamos muy preocupados por el hecho de que el Ayuntamiento ignore la Semana Santa y no se dé cuenta de la riqueza que supone para todos, católicos y aconfesionales". El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo, José Ángel Rodríguez Getino, muestra abiertamente su inquietud por la eliminación de la ayuda de 21.000 euros anuales que el organismo al que representa recibía del gobierno local. Y se aventura a decir que la medida repercutirá en la economía de la ciudad a través de una bajada del turismo entre marzo y abril, coincidiendo con la celebración de la Semana Santa. Lo mismo opinan los miembros de las cofradías ovetenses: Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Santo Entierro, el Silencio, Jesús Cautivo, los Estudiantes y la Borriquilla. Precisamente los representantes de las seis hermandades se reunirán hoy, a las 20.30 horas, para evaluar las consecuencias de la decisión del tripartito a dos meses vista de que empiece la Semana Santa.
La comunidad judía asturiana, liderada por Aida Oceransky, tampoco se ha tomado muy bien que Oviedo retire su aportación económica a la Red de Juderías de España, que ronda los 10.000 euros al año. El dinero no repercute directamente en las actividades que organizan los hebreos en la capital del Principado, ni pone en peligro el uso y disfrute de "La Casina" -el local del Fontán que sirve para la reunión y el culto judío-, porque el municipio se lo cedió en 1999 por un tiempo de setenta años. Sin embargo, Oceransky cree que la desvinculación con esta red es lo mismo que rechazar una parte de la historia. "Lamento que Oviedo reniegue de sus raíces. Es imposible negar que los judíos vivieron en España hace mil y pico años. Pertenecer a la Red de Juderías no está relacionado con la religión, sino con nuestro pasado".
El tripartito ha roto vínculos con las expresiones religiosas arraigadas en Oviedo (el judaísmo desde el siglo XI, y las cofradías penitenciales desde el XVI) y ofrece como posible alternativa un concurso público de ayudas que, lejos de calmar la polémica y el descontento, los reaviva.
El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo alerta de una "pérdida de turismo" durante la Semana Santa por falta de apoyo municipal. Y lo explica: "La aportación del Ayuntamiento no sólo era económica. Se encargaba de la publicidad, de hacer los carteles... En fin, de darle la promoción necesaria para atraer gente". Así las cosas, cree que "Oviedo corre el riesgo de volver a quedarse desierto durante la Semana Santa". Rodríguez Getino se refiere "al parón de 27 años en el que no hubo procesiones en la ciudad, la mayoría de los ovetenses se iban y no venía ni un solo viajero". Luego, fue el exalcalde Gabino de Lorenzo el que instauró de nuevo las procesiones, en 1994.
Pese a que las seis hermandades de Oviedo critican la decisión del tripartito, sus representantes prefieren esperar a la reunión de esta tarde para exponer claramente sus posturas. Eso sí, niegan haber recibido una "comunicación oficial" del gobierno local que les advierta de la supresión de la subvención.
José María Varas Baizán, hermano mayor de la Hermandad de Jesús Cautivo, da un paso al frente para recalcar que "el apoyo a las procesiones y a la Semana Santa debe estar por encima de ideologías políticas". Además, cree que 21.000 euros al año "es una cantidad ridícula" para todo el beneficio que la Semana Santa genera a la ciudad. "Y si no, que me digan qué fiesta de una semana de duración, con actividades en la calle, sale más barata". En la misma línea, Leo Bousoño, de la Hermandad de los Estudiantes, afirma que el Ayuntamiento "no sólo le da la espalda a la religión, también al turismo y a un motor de su economía".
Al igual que las hermandades y cofradías, la comunidad hebrea seguirá celebrando sus fiestas en la ciudad, como la Jánuca o la fiesta de la cosecha. Según Oceransky, "hay cola para entrar en la Red de Juderías de España porque es una promoción sin igual. Vaya, que Oviedo dejará de estar en un escaparate, de la misma forma que los premios 'Princesa de Asturias' dan publicidad".
