La Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo solicitará una reunión urgente con el Alcalde para analizar las consecuencias de la eliminación de la subvención municipal de 21.000 euros al año que recibía hasta el momento y conocer "con exactitud" cuál será el papel del Ayuntamiento durante la Semana Santa. Así lo acordaron ayer los miembros de la Junta de Hermandades tras reunirse en su sede de la plaza del Ayuntamiento.

Precisamente, el futuro uso de ese local -de propiedad municipal- es otra de las dudas que la Junta de Hermandades quiere despejar porque lo utiliza gracias a una cesión. Según su presidente, José Ángel Rodríguez Getino, "todo está en el aire, desde el uso de la sede hasta quién va a encargarse de hacer los carteles publicitarios y promocionales de la Semana Santa". Fernández Getino aún no ha recibido una comunicación oficial de la anulación de la ayuda y está "sorprendido por el giro de los acontecimientos". El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Oviedo recibió en septiembre la promesa de Wenceslao López "de que no había ningún problema con la Semana Santa", por lo que no entiende "el cambio de actitud cuatro meses después".

Fernández Getino se aventura a decir que la medida repercutirá en la economía de la ciudad a través de una bajada del turismo entre marzo y abril, coincidiendo con la celebración de la Semana Santa. Lo mismo opinan los miembros de las cofradías ovetenses: Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Santo Entierro, el Silencio, Jesús Cautivo, los Estudiantes y la Borriquilla. La comunidad judía asturiana, liderada por Aida Oceransky, tampoco se ha tomado muy bien que Oviedo retire su aportación económica a la Red de Juderías de España, que ronda los 10.000 euros al año. El dinero no repercute directamente en las actividades que organizan los hebreos en la capital del Principado, ni pone en peligro el uso y disfrute de "La Casina" -el local del Fontán que sirve para la reunión y el culto de los judíos-, porque el municipio se lo cedió en 1999 por un tiempo de setenta años. Sin embargo, Oceransky cree que la desvinculación con esta red es lo mismo que rechazar una parte de la historia de la ciudad, de más de mil años, y del origen de los ovetenses.

El tripartito ha roto vínculos con las expresiones religiosas (el judaísmo desde el siglo XI, y las cofradías penitenciales desde el XVI) y ofrece como posible alternativa un concurso público de ayudas.