Los hosteleros de la avenida de Galicia han retirado sus terrazas como medida de protesta ante la aprobación de la nueva ordenanza de ocupación del suelo público, que entró en vigor el pasado 1 de enero tras un año de moratoria. La calle amaneció ayer con las sillas y mesas apiladas para sorpresa de los vecinos, que pensaron, en algún caso, que los locales estaban cerrados por alguna festividad del sector. "Hemos vuelto quince años atrás en la avenida de Galicia. No puede ser que una de las calles más emergentes de Oviedo termine condenada y los ciudadanos no podamos hacer vida en la calle", explicó ayer Javier Faes, uno de los quince hosteleros que han decidido retirar sus terrazas en señal de protesta ante una norma, a su juicio, "demasiado radical".

Los empresarios piden reunirse con el Ayuntamiento de Oviedo para exponer el caso particular de su calle y denuncian que se encuentran en una situación de "gran confusión" porque no saben "si al final la ordenanza se va a modificar o no", tras los últimos anuncios del equipo de gobierno que ha planificado unas mesas de trabajo en los próximos meses para abordar los puntos más conflictivos de la ordenanza. Esta circunstancia ha llevado a que algunos propietarios solicitasen licencia para adaptarse a la nueva normativa y otros hayan decidido esperar "a ver qué pasa".

El problema concreto de la avenida de Galicia es que por el tamaño de las aceras, con una anchura de 4,20 y 4,40 según el lado de la calle, no permite a los negocios instalar las denominadas terrazas "tipo B", es decir, las que cuentan con algún tipo de estructura. Así pues, todas las terrazas de la calle siguen la tipología "A", con mesas y sombrillas del mismo tamaño separadas 1,80 metros de la fachada, para dejar una servidumbre de paso. "No estamos en Benidorm, aquí hace frío y si no vamos a poder poner unos paravientos o algún toldo las terrazas no serán atractivas y no las usará nadie", se quejó Javier Faes, en representación de sus compañeros. La idea de los hosteleros de la avenida de Galicia es presentar al Ayuntamiento un proyecto de terrazas que unifique la estética de la calle, con los mismos elementos para cada negocio. "Se trata de embellecer la ciudad, no de tirar cuatro mesas y sillas de propaganda delante del negocio", puntualizó Faes.

Al contrario de lo que sucede en otras zonas de la ciudad, en la avenida de Galicia la asociación de vecinos del barrio está con los hosteleros y da la cara para defender sus intereses. "Los hosteleros también son vecinos y las terrazas son un servicio más del barrio que todos usamos. Nosotros presentamos varias alegaciones contra la ordenanza en su momento", explicó ayer Juan García, presidente de la asociación de vecinos Oviedo Centro. En lo que coinciden los hosteleros y vecinos de esta calle con la ordenanza es en que la servidumbre de paso sea de 1,80 metros, para respetar el tránsito de peatones y facilitar la movilidad de personas con algún tipo de discapacidad. No están de acuerdo, sin embargo, con que las especificaciones técnicas no dejen margen de maniobra y condenen al cierre de algunas terrazas, como ya sucedió en todos los locales de la vecina calle General Zuvillaga. Para ello propondrán al Ayuntamiento la posibilidad de ensanchar las aceras, bien reduciendo un carril de tráfico o la hilera de los aparcamientos.

La ordenanza de terrazas se aprobó a finales del mandato de Agustín Iglesias Caunedo (PP) por unanimidad de todos los grupos políticos en el Ayuntamiento de Oviedo. Tras la aprobación, los hosteleros con terrazas "tipo A" tuvieron un año para adaptarse, mientras que los que tienen terrazas tipo "B" (como las de la calle Gascona) tienen aún un año más. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Oviedo, un 45 por ciento de los titulares de terrazas aún no solicitaron la correspondiente licencia para adaptarse a la nueva normativa. La ordenanza ha sido impugnada por tres colectivos hosteleros ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), un proceso judicial que aún no se ha resuelto.