Josefina Cimentada sabe mucho de arte. En mayo cumplirá 25 años al frente de la galería Cimentada, que hace un año y medio estrenó nueva ubicación en la calle La Lila. "Después de tanto tiempo en la otra, me cuesta ubicarme aquí". Pero aunque diga esto, la emoción que siente por su trabajo se nota en cada palabra que hace o en cada mirada que le echa a las decenas de cuadros que cuelgan de las paredes. Y es que, si hay algo que le gusta a Cimentada son las exposiciones colectivas, como la que ahora ocupa su galería y que estará abierta hasta finales de febrero. Un derroche artístico compuesto por grandes nombres como Piñole, Falcón, Vaquero Palacios, Botero, Úrculo, Orlando Pelayo, Díaz de Orosia o Carlos Sierra.

"Organizo dos colectivas al año y es la mejor forma de que alguien pueda descubrir qué le emociona", asegura. Por eso, aunque la exposición estaba pensada para las fiestas navideñas, "está funcionando muy bien, tiene muchas visitas y, como la inauguré ya casi con los festivos encima, he decidido alargarla. Hay que aprovechar el momento, porque yo creo que la crisis está pasando y la gente se está animando a comprar". Por eso, entre los cuadros que componen esta exposición, hay arte para todos los públicos. Fotografía, grabados, escultura y pintura, tanto de vanguardia como figurativa.

En un primer vistazo, uno puede encontrarse por este pasillo con un paisaje armonioso de Arnao firmado por Gonzalo Espolita, una delicada acuarela de la ría de Villaviciosa firmada por Humberto Alonso; un amanecer dominado por el verde en la Alpujarra, de Jesús Díaz Zuco; una colorida a la par que ceremoniosa Romería del Alba, de Chelo Romero; un desnudo de trazos cubistas del francés Denis Edeline; un grabado colorista y cargado de ironía firmado por Juan Gomila u otro en blanco y negro de Orlando Pelayo, que no se queda atrás en intensidad. "Las exposiciones individuales están muy bien, pero ahora hay mucha gente joven que se está animando a coleccionar, y con este tipo de muestras tienen más posibilidades de encontrar una obra que les busque".

Con el 2016 recién estrenado, ya está pensando en los siguientes pasos. "Tengo a más de 65 artistas pidiéndome la galería para exponer. Ya no quedan espacios para el arte en Oviedo. Los pocos que había se han ido cerrando y, aunque han abierto algunas galerías nuevas, no cubren ese espacio". Ella podría haberse jubilado ya, pero no piensa en hacerlo. "Es mucho más que una pasión y que un negocio". Así que mientras pueda seguir ayudando a que la ilusión del artista y la del receptor sigan vivas, aquí estará.