Las nuevas mediciones de contaminación en el entorno del Palacio de los Deportes comenzaron ayer gracias a un sistema móvil de control ambiental aparcado, por un tiempo aún sin definir, junto al colegio de Ventanielles. El Principado ha cedido el uso de esta unidad al Ayuntamiento para recoger datos sobre la presencia de partículas contaminantes (PM10), diferentes a los obtenidos regularmente en la estación definitiva, en el Palacio de los Deportes.

Según explicó el lunes el concejal de Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, el gobierno local también utilizará esta unidad móvil en Trubia, donde los vecinos se han quejado de la mala ubicación de la estación de control ambiental y solicitan que la cambien de sitio, en concreto, al centro del pueblo, cerca de las industrias.

El 22 de diciembre, la estación del Palacio de los Deportes rebasó los límites legales de contaminación y lo hizo por 36º día, es decir, uno más de los que establece la Unión Europea en su normativa sobre calidad del aire. Sin embargo, el Principado aclara que, con los datos actuales sobre partículas en suspensión PM10, Oviedo no tiene por qué ser declarada un "punto negro". Además, fuentes de la Consejería de Infraestructuras explican que "hasta que no se haga el descuento oficial de las 'intrusiones saharianas' (partículas provenientes del norte de África) no se puede llegar a esa conclusión y el hecho de que la superación del límite de contaminación haya sido de sólo un día hace especialmente probable que Palacio de los Deportes no incumpla oficialmente con los datos definitivos de contaminación".