Se llevó 6.000 euros sin mediar palabra. Con la ayuda de una pistola y unos pocos gestos, un hombre joven y corpulento, posiblemente de un país del Este, dio el golpe en la oficina de la Caja Rural de la calle Fernando Vela, en el Milán.

El "ladrón mudo" actuó a última hora de la mañana, hacia la una y cuarto, cuando faltaba menos de una hora para el cierre. Testigos del suceso explicaron a este periódico que el delincuente actuó a cara descubierta y que llevaba la pistola escondida en una bolsa de plástico. Para acceder al interior de la sucursal bancaria hay que pulsar un timbre situado en el exterior de la oficina. Desde dentro, un empleado acciona un mecanismo para abrir. Como el hombre se presentó a cara descubierta y con el arma oculta, no despertó sospechas y le abrieron sin reparos.

Una vez dentro, sin que mediase amenaza verbal, sacó la pistola haciendo gestos para que le diesen el dinero. Acertó con el día, el último de la semana, y también con la hora, al final de la mañana, así que en el mostrador -sin necesidad de abrir la caja, que es lo que lleva más tiempo- había bastante efectivo. Los empleados le entregaron 6.000 euros y, según las mismas fuentes conocedoras del caso, el hombre abandonó el lugar a paso tranquilo. Fue tan discreto que los vecinos de la zona no se percataron de lo sucedido hasta que intentaron acceder al banco para realizar un trámite y se encontraron con la sucursal cerrada.

La Jefatura Superior de la Policía en Asturias se ha hecho cargo de la investigación. Su mejor pista es la imagen que las cámaras del banco captaron del atracador en la sucursal. La fotografía ha sido distribuida a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en Asturias e incluso a nivel nacional. Se trata de un hombre joven, de tez clara y complexión recia, y probablemente procedente de un país de la Europa del Este.