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El tripartito busca irregularidades en la concesión del gimnasio de Montecerrao

El gobierno sospecha que la empresa concesionaria "está explotando comercialmente" los bajos del edificio incumpliendo el proyecto inicial

Aspecto que presentaban ayer los bajos comerciales del gimnasio de Montecerrao. MIKI LÓPEZ

El tripartito ovetense (Somos, PSOE e IU) tiene previsto iniciar una "profunda revisión" del expediente del gimnasio de Montecerrao (Go Fit) en busca de posibles irregularidades. Y es que el gobierno local "sospecha" que la empresa concesionaria, formada por Ingesport y Constructora San José, "está explotando comercialmente" los bajos del edificio "saltándose" lo que estaba marcado en el proyecto. La obra recibió luz verde por parte del anterior gobierno local, encabezado por Agustín Iglesias Caunedo (PP).

El complejo deportivo de Montecerrao fue el resultado de la evolución forzada de uno de los planes estrellas del PP en época de Gabino de Lorenzo como alcalde: la construcción de varios spa de lujo en la falda del Naranco (Prados de la Fuente), La Florida, Montecerrao, el Rubín y La Corredoria. Pero el estallido de la crisis del ladrillo truncó todos los planes.

La idea salió adelante gracias a profundos cambios en el proyecto, pasando de un spa de lujo a centro deportivo de corte familiar. Aunque la investigación del tripartito sobre el expediente aún no ha comenzado en profundidad, los legajos de la larga tramitación administración de la obra se acumulan ya en los despachos de algunos de los ediles con más peso del gobierno local que sustenta la izquierda ovetense. Éste es el caso de Rubén Rosón (Somos), responsable de Economía y Empleo, que incluye la investigación del expediente dentro "de la dinámica de levantar alfombras" en la que se encuentra la marca local de Podemos. La formación morada quiere poner de manifiesto los "claroscuros" de la gestión del PP de las dos últimas décadas. Y uno de estos "claroscuros" es, a juicio de los podemistas, la obra del gimnasio de Montecerrao.

En el seno del tripartito se sospecha que la concesión de la parcela municipal sobre la que se ha levantado el centro deportivo llevó a "cuadrar a martillazos" el proyecto. Y ponen como ejemplo el "desconocimiento" de cómo se está articulando la explotación de los bajos del edificio, donde se han instalado varios negocios. "No se parece nada el resultado con la idea inicial", aseguran desde el gobierno local. Se refieren a cómo el spa de lujo dejó paso a un gimnasio "low-cost". El Ayuntamiento cedió el suelo a la sociedad que levantó y gestiona el gimnasio a cambio de una concesión para la explotación del equipamiento durante 40 años. En el momento de la inauguración del gimnasio de Montecerrao -abrió al público el 17 de octubre de 2014- el por aquel entonces alcalde de la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo (PP), calificó de "éxito de la colaboración público-privada" el centro deportivo.

El apoyo del gobierno local al Go Fit indignó a los dueños de los gimnasios de la ciudad. Precisamente la decisión de revisar el expediente surgió de una de las reuniones que miembros del triparto mantuvieron con la asociación profesional que agrupa a los propietarios de los gimnasios carbayones. Fue en uno de esos encuentros donde, según fuentes municipales, los dueños de gimnasios alertaron sobre el supuesto uso irregular de los bajos comerciales del equipamiento deportivo.

El modelo de Montecerrao era el que el PP tenía previsto utilizar para sacar adelante otro de los spa fallidos, el de Prados de la Fuente en la falda del Naranco. En este caso, los planes del anterior equipo de gobierno pasaban por levantar un gimnasio con piscina y un polideportivo. El gimnasio sería explotado por una empresa privada. Por contra, el polideportivo sería de gestión pública y la estructura sería multiusos para la realización de conciertos para 10.000 personas bajo techo.

El cambio de color en el gobierno local tras elecciones municipales del pasado mes de mayo acabó con el proyecto en un cajón. Los planes del tripartito pasan por levantar un polideportivo en el solar de gestión únicamente pública. Pero antes debe aclararse la deriva judicial en la que se encuentra el fallido spa, ya que la empresa que comenzó a construirlo -en proceso de liquidación- reclama 3,3 millones a la ciudad por los trabajos realizados.

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