La plaza ha sido rechazada por varios candidatos, la incertidumbre sobre la duración del proyecto echa para atrás a los aspirantes de dentro y, como consecuencia, parece ganar enteros la posibilidad de que se recurra a un gestor de fuera. Estas tres pinceladas resumen la situación del puesto de director del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una plaza convocada ayer en el Boletín Oficial del Principado (BOPA). Por vez primera se abre a la libre concurrencia una plaza que, en la práctica, es más relevante que la mayor parte de las gerencias de área sanitaria de la región. Según las bases de la convocatoria, incluso puede presentarse cualquier candidato "ajeno a la Administración que cumpla con los demás requisitos exigidos". No obstante, se mantiene el procedimiento de libre designación. Los aspirantes disponen ahora de 20 días para presentar sus solicitudes.

Puede parecer contradictorio, pero resulta noticiable que la convocatoria se lleve a cabo sin que haya trascendido la existencia de un candidato claro. Este hecho, que para muchos es sinónimo de limpieza en el proceso selectivo, es considerado por otros una temeridad, pues estiman que implica dejar al albur de los acontecimientos una plaza de carácter estratégico.

El director del HUCA es la tercera autoridad del área sanitaria de Oviedo, por debajo del gerente y del director de asistencia sanitaria. Tiene por encima dos escalafones, pero es el directivo que sigue de cerca todo lo que ocurre en el buque insignia de la sanidad asturiana. Es la figura de referencia para los mandos intermedios del Central. Por eso extraña que la plaza esté sin cubrir dos meses después de que su anterior ocupante, Miguel Rodríguez, se marchara a dirigir el área sanitaria de Gijón. Pero es que la noticia de que el doctor Rodríguez se iba ya había sido anticipada por este periódico el 24 de septiembre.

De lo sucedido en estos cuatro meses sólo ha trascendido que varias de las personas a las que ha sido ofrecido el puesto han respondido de forma negativa. En medios hospitalarios se da por sentado que ésta ha sido la respuesta de Paz Villaverde, internista que mantiene desde siempre una inmejorable sintonía con Manuel Matallanas, gerente del área de Oviedo y máximo responsable del HUCA; y también de Álvaro González Franco, también especialista en medicina interna que durante año y pico fue subdirector de los servicios médicos del Hospital Central y que, salvo sorpresa mayúscula, será nombrado en breve "número dos" del área sanitaria de Gijón, a las órdenes de Miguel Rodríguez.

¿Por qué está costando hallar un director para el HUCA? Según varios conocedores del complejo sanitario de La Cadellada, está pesando la complejidad del cargo, y un segundo factor ya adelantado al inicio de estas líneas: no se sabe cuánto tiempo va a durar el mandato. En teoría, hasta el final de la presente legislatura. Pero se da la circunstancia de que, el próximo mes de mayo, Manuel Matallanas cumple 65 años, edad a la que se jubilan los médicos de la sanidad pública asturiana, excepto aquéllos que son catalogados de "insustituibles" (dicho de forma coloquial). Esta etiqueta ha sido aplicada hasta la fecha a una minoría de los médicos que deseaban permanecer en activo más allá de la edad teórica de jubilación.

Nadie ha desvelado si el gerente del área sanitaria de Oviedo se jubilará o continuará. Lo previsible es que esta decisión esté reservada de forma exclusiva al consejero de Sanidad, Francisco del Busto. Lo que genera reticencias entre los potenciales candidatos a la dirección del Hospital Central es que, si hay un cambio, resulta previsible que el nuevo gerente apueste por otro director, con lo cual la aventura del cargo quedaría reducida a pocos meses.

En estas circunstancias, en los pasillos del HUCA gana enteros la hipótesis de que se recurra a un candidato ajeno al centro sanitario ovetense. En un plazo aproximado de un mes, la incógnita quedará resuelta.