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Centro

Hermanos Pidal, a parches

El municipio repara por tercera vez en tres años el asfalto de la vía, plagada de socavones, y prepara un plan de reparación integral "por fallos en el aglomerado"

Los baches antes de la reparación. N. OREJAS

"Ya era hora de que arreglasen esta calle, pero la verdad es que no parece una solución muy consistente". Ignacio Menéndez se llevó ayer una sorpresa al salir de su mueblería de la calle Hermanos Menéndez Pidal al ver que estaban reparando los socavones de la vía. Operarios de la empresa Imesapi estuvieron gran parte del día, en horario de mañana y tarde, rellenando los baches con aglomerado. La obra está incluida en el plan municipal de mantenimiento de calles que cuenta con un presupuesto anual de 300.000 euros. Los técnicos del Ayuntamiento le dan la razón al comerciante: La solución actual no es definitiva. De hecho, preparan un proyecto de reparación integral de Hermanos Menéndez Pidal porque reconocen que "hay fallos en el aglomerado". Ésta es la tercera vez en tres años que el Ayuntamiento arregla el firme.

La primera fue en agosto de 2012 cuando el anterior gobierno local aprobó ampliar la vía retirando la mediana y poniendo tres carriles en los dos sentidos de circulación. En aquella ocasión los vecinos aplaudieron la medida porque, supuestamente, iba a acabar con los atascos, y con los baches y el ruido gracias a la aplicación de una capa especial de rodadura. Sin embargo, menos de un mes después de haber acabado la obra, el pavimento empezó a agrietarse y soltar gravilla. Es más, según aseguraron los usuarios por aquella época, "la carretera se hacía pedazos sólo con escarbar con las manos".

El firme de Hermanos Menéndez Pidal se fue deteriorando progresivamente a lo largo de los tres años siguientes hasta llegar a un estado calificado por los vecinos como "lamentable". Así lo afirma Olga Priede, que regenta un estanco en esa calle. "Los baches parecen crecer día a día y son un peligro para los conductores y los peatones". Además, se ha acostumbrado a achicar agua del estanco cada vez que llueve "porque al pasar los coches sobre los socavones, que son como piscinas, me ponen el local perdido durante el invierno".

Raluca Georgiana es camarera en una cafetería de esa calle y suele ir a trabajar en coche. "Cada vez que vengo pongo todos mis sentidos en el estado del suelo para no tener un susto, sobre todo en la esquina de Hermanos Pidal con Arturo Álvarez Buylla, donde hay un socavón tremendo que creo que están tapando en estos momentos con alquitrán".

El comerciante Ignacio Menéndez añade que "el nuevo firme debería absorber el ruido porque es insoportable de lunes a viernes" y pone como ejemplo el asfalto anti ruido de Muñoz Degrain, "que es de mucho más efectivo que el de aquí".

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