El Ayuntamiento de Oviedo ha encontrado una fórmula para vender sus cualidades turísticas en el extranjero sin gastar demasiado: los "erasmus". El equipo de gobierno ve a los estudiantes europeos de paso por la Universidad ejerciendo al volver a casa como "carteros" de las excelencias de la ciudad. Así sonó ayer una de las estrategias del futuro en la terminología que el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), utilizó en la presentación de las prioridades turísticas de la ciudad en Fitur, la Feria Internacional del Turismo que se celebra en Madrid. El edil también puso sobre la mesa la necesidad de que Oviedo cuente con "marca turística propia" compatible con el "Asturias, paraíso natural".

La "solución Rosón" para el porvenir del turismo en la capital del Principado incluye una reflexión sobre la ciudad que es "cuna de acogida de estudiantes europeos" hasta el punto de poder utilizarlos como correo. "Qué mejor que esos carteros", se pregunta el edil, "para difundir en los más de quince países de los que proceden los atractivos turísticos y gastronómicos de Oviedo, su gran nivel de vida o la calidad de sus gentes". El proceso de transformación del alumno en mensajero se efectuará, concreta, "en contacto con la Universidad y con la asociación cultural de 'Erasmus'" y a través de visitas guiadas personalizadas para que sepan qué deben transmitir, coronándolo todo en 2017 con una "jornada de reencuentro" de "erasmus".

El propósito cuenta entre los que ayer desgranó Rosón en el pabellón del Principado en Fitur, que bajo el epígrafe "Nuevas estrategias de desarrollo turístico", incluyó la necesidad de dar una vuelta alrededor de la promoción de un destino que "prácticamente se vende solo", pero admite innovaciones. El concejal habló de renovar "un portal turístico que ofrezca todo lo que nos encontramos en la ciudad" y una estructuración del contenido vendible en tres ejes fundamentales. A saber, "la revalorización y redescubrimiento de nuestras raíces" en el Prerrománico, o la potenciación del lugar central de Oviedo como origen del Camino Primitivo a Santiago, además de la Catedral y del casco antiguo. También destacar el Naranco como "pulmón verde y balcón de la ciudad" o el desbloqueo del patrimonio industrial urbano al dar "una vuelta de tuerca al conjunto histórico de Olloniego para aprovechar nuevos nichos, deslocalizar el turismo y conseguir que tenga oferta en todo el municipio". No se olvidó su recorrido de girar una visita a las potencialidades de las aguas termales de Las Caldas, ni siquiera de la posibilidad de abrir "una línea de turismo activo para bajar en kayak por el río" Nalón. Todo eso forma parte de la necesidad que el edil empezó evidenciando respecto a la urgencia de mirar con otros ojos la oferta turística ovetense. A aquel argumento de que la materia prima del producto hace que "se venda casi solo" hay que añadir, opina Rosón, otra certeza sobre la sensación de que también "hay que echarle especias, condimentos, ir cambiando e innovando", "darles más valor", "verlos desde otra perspectiva" aunque se tenga presente que se cocina con elementos "de excelente calidad". Son otras formas de expresar la necesidad de marcar distancias respecto a la etapa anterior, también allí donde el edil amplió al turismo su receta sobre la apertura de "un proceso de diálogo para perfeccionar el sector privado desde el contacto con lo público". "Tenemos en Asturias una gran marca-paraguas", admitió al final, "pero también necesitamos una propia en la capital que valore las singularidades turísticas de Oviedo".

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