De tanto repetirlo, a José Luis Almeida (Oviedo, 1970) el discurso sobre las terrazas le sale solo. Hace tiempo que el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias (OTEA) lleva advirtiendo de las consecuencias que tendría la aplicación de la norma de terrazas en la ciudad, en vigor desde este mes. Antes tiraba de informes y estudios para alertar de lo que iba a llegar. Ahora le basta con enseñar las fotos que guarda en su teléfono móvil. Se ven calles vacías donde antes había mesas y sillas.
-¿Cómo se ha llegado hasta esta situación?
-El texto se empieza a negociar en 2013. Hicimos unas observaciones y nunca se nos contestó. Ahí empieza la tirantez con el anterior concejal de Turismo (José Ramón Pando, PP).
-Se dijo que ustedes al principio se negaron a negociar.
-Le pedimos una reunión con todos los agentes y nunca se nos convocó. Desde que sale el borrador hasta que se aprueba la ordenanza, ningún partido político se sentó con nosotros para preguntar si el texto era bueno o malo.
-Pues fue aprobado por los 27 concejales.
-Ninguno se sentó con nosotros. Cuando se aprueba inicialmente en Pleno, presentamos 34 alegaciones. Y estimaron parcialmente seis. Entonces fuimos a hablar con los grupos de la oposición (entonces Foro, PSOE e IU)
-¿Qué les dijeron?
-PSOE y Foro nos dijeron que hay cosas en las que teníamos razón. Pero no hicieron nada. El único partido que tuvo coherencia y nos dijo que no nos iban a admitir nada fue IU. La norma se aprueba en año electoral.
-Cinco meses antes de las pasadas elecciones de mayo.
-Es una ordenanza populista hecha para que los partidos saquen votos. Es mala para el sector y para la ciudad. Si no cambiamos esta norma, tendremos un Oviedo triste y decadente.
-Hay vecinos que respaldan la norma.
-Son tres asociaciones sui géneris, de puntos muy concretos, que no pueden hacerse con la representatividad de Oviedo. La ordenanza se aplica en Trubia, La Corredoria, Teatinos, Olloniego... En todos los barrios. Esos vecinos están representados. Una de estas asociaciones, la del Fontán, actúa así por un problema personal, no por el bien de los vecinos.
-Se reúne con el Alcalde, Wenceslao López, en julio.
-Y le entrego un dossier con todas nuestras cosas. A él y al concejal de Turismo, Rubén Rosón. Buenas palabras, buenas intenciones. Le pedimos una reunión monográfica sobre las terrazas. Y llega cinco meses después, en el mes de diciembre.
-Se acuerda impulsar una comisión de seguimiento.
-Sí, y está muy bien porque da la posibilidad de explicar los problemas y las situaciones. Pero es una comisión consultiva, sin capacidad para cambiar nada. Hay que ir más allá.
-¿Más allá?
-Modificar la ordenanza de forma decidida. Tiene cosas absolutamente absurdas.
-¿Cómo qué?
-Por ejemplo, si un hostelero tiene un local suyo contiguo a su negocio, no le dejan poner la terraza delante de ese local, aunque sea suyo. O el hecho de crear terrazas accesibles en locales que no son accesibles. Una persona con movilidad reducida va a estar en una terraza accesible y, cuando quiera ir al aseo, no va a poder porque no es accesible. Eso no tiene sentido.
-¿Usted se ha puesto alguna vez en el lugar de una persona discapacitada?
-Por supuesto. Actualmente tienen menos terrazas para ir que antes porque desaparecieron terrazas. La cultura de la accesibilidad hay que impulsarla entre todos, lo que no hay que hacer es imponerla.
-¿Cómo se hace eso?
-Por ejemplo, bonificando al establecimiento que sea cien por cien accesible. Bonificarle en las tasas, en los metros de terrazas, en lo que quieran. Pero pasar de cero a cien es una temeridad. Hay que hacerse una reflexión: ¿las terrazas son buenas o malas para la ciudad? Estamos poniendo en riesgo el modelo turístico de Oviedo. Gijón y Avilés tendrán calles con vida e, insisto, en Oviedo será triste y decadente.
-Y accesible.
-¿Tenemos que ser nosotros los pininos de Europa en tener la accesibilidad al 100 por 100? En España, la segunda ciudad más accesible es Málaga con un 40. ¿Por qué pasar de cero a cien? Mejor de 0 a 30, después 50, 70... Un parking público, por ejemplo, no tiene todas las plazas para discapacitados. Habrá que llegar al 100 por 100 que marca Europa en 2019, pero poco a poco.
-¿De quién es la culpa de haber llegado a esta situación?
-Todos tenemos un poco. Nosotros quizá no hayamos sabido explicar las cosas con vehemencia. El gobierno del Principado no salió a defender al sector. Los sindicatos no defendieron a los trabajadores. Y, en Oviedo, el PP es el primer responsable al impulsarla.
-El PP aceptó entrar en la comisión de seguimiento.
-Porque entiende que hay cosas que revisar. El PP rectifica y nosotros lo aplaudimos. Si primero dices que es blanco y luego que es negro, eso es rectificar. Pero ojo: rectificar es de sabios. Lo ha hecho también el tripartito. El PP es necesario para cambiar el texto y ahora las relaciones con la nueva edil que se encarga de estos temas (Cristina Fernández) son fluidas.
-¿Qué tal la relación con el tripartito?
-Institucional. Si contaran con el sector lo apoyarían en una situación en riesgo como esta.
-¿Por qué hay división entre los hosteleros ovetenses?
-Esta ordenanza abrió una brecha. Alguno entendió que se pudieron hacer las cosas de otra manera. Yo lo que creo es que la unión hace la fuerza. Las cosas se cambian desde dentro. A la otra organización (UDHA) le pido que se sienten en una mesa con nosotros. No hay que usar el descrédito porque eso no ayuda. Entre tener razón y ser amable, prefiero ser amable. Pueden tener más comunicación con el gobierno, pero importan los hechos.
-¿Cuáles?
-Un nuevo proceso de cambio de la ordenanza. Una terraza es sinónimo de vida y la gente quiere vida en las calles. El modelo de ocio ha cambiado. Hay asociaciones como la ONCE o Cocemfe que apoyan muchas de nuestras reivindicaciones.
-Varias asociaciones dicen conocer en la ciudad varias terrazas sin licencia.
-Si lo saben, que vayan a la fiscalía. Ya basta de amenazas. Este sector estuvo aguantando el tirón de esta ciudad durante la crisis. No es de recibo que gente que se cree en posesión de la verdad intente desprestigiar al sector. Estaría bien que propusieran cosas, no sólo prohibir, destruir y cerrar. En los últimos seis años no se ha propuesto nada que beneficie a la hostelería. Todo son palos. Necesitamos hacer cosas. El Antroxu es el 9 de febrero y no sabemos nada del Ayuntamiento. Urge un plan estratégico de turismo.
-¿Y para la Semana Santa?
- Tendríamos que estar preparándola ya. Tenemos el proyecto de bocados del cofrade y no sabemos nada. Desde el punto de vista cultural y turístico, le pedimos al gobierno que apoye a las cofradías y a la Semana Santa. El tema religioso, nos guste o no, es atractivo en Asturias. Covadonga es el punto más visitado. No podemos destruir lo que tenemos.
-El "botellón" sigue causando estragos en la ciudad.
-Es una lacra que debemos afrontar. Hace falta un plan nacional potente que tiene que ir más allá de las multas. Hay que luchar contra él desde la administración.
