La gripe está teniendo en Asturias un comportamiento raro. La incidencia es de las mayores de España, pero las cifras continúan siendo bajas para lo que venía siendo habitual en un mes de enero. A juicio de los técnicos de la Consejería de Sanidad, las causas de este bajo índice de afectados por la epidemia gripal podrían ser las temperaturas benignas del presente invierno y el hecho de que el virus predominante sea el A pandémico del año 2009, que ya lleva varios años circulando "y ha debido generar una cierta inmunidad en la población". Sanidad habla de una situación "atípica" sobre la que "es muy difícil aún establecer las causas".

Según el parte semanal difundido ayer por la Consejería, la incidencia de la gripe ha vuelto a subir en la tercera semana del año, "pero lo hace menos de lo previsible, por lo que se mantiene en niveles bajos". Aumenta entre adolescentes y adultos menores de 65 años, hasta situarse globalmente en 154,3 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos de la Red de Médicos Centinela de Asturias, basados en las consultas de atención primaria. Por grupos de edad, los más afectados son los menores de 14 años y los adultos jóvenes.

Según Sanidad, "también resulta difícil predecir con certeza la evolución de la onda epidémica". Dado que continúan aumentando los aislamientos de virus gripales, "es probable que aún no se haya alcanzado el pico más alto de esta temporada", señala la Consejería.

En Asturias, la vigilancia de casos graves hospitalizados se realiza de forma centinela únicamente en residentes en el área sanitaria de Oviedo, que son ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). En lo que va de temporada, se han notificado diez casos graves hospitalizados, con una tasa de tres casos por cada 100.000 habitantes. De ellos, cinco requirieron ingreso en la uvi y no se ha registrado ningún fallecido.