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La Policía defiende las multas a los padres que abusan de aparcar mal ante los colegios

Los agentes locales apelan a la responsabilidad de los progenitores "por la seguridad" de los escolares

Vehículos en Pérez de la Sala, junto a las Dominicas. FERNANDO RODRÍGUEZ

La Policía Local de Oviedo defiende, siguiendo las indicaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), que se pongan multas de tráfico a los padres cuando van a llevar y recoger a sus hijos a los colegios. Y lo está haciendo, en el marco del proyecto "Entornos Escolares Seguros", una aventura en la que se han embarcado otras ciudades como Gijón, donde la polémica también está servida. "Hay que dar un toque de atención a los padres porque en Oviedo están abusando de nuestra confianza", aseguraron ayer fuentes del área de Seguridad Ciudadana. "La recomendación de la coordinación provincial de Educación Vial de la DGT es que se aplique una batería de medidas para evitar el caos, y una de ellas son las sanciones", manifestaron las mismas fuentes consultadas por LA NUEVA ESPAÑA.

La Policía Local asegura que no se ha incrementado el número de sanciones a los padres por obstruir la circulación en el entorno del colegio con respecto al año pasado, pero que se está poniendo "más atención". Explica que, en ocasiones, su trabajo está generando situaciones que resultan "embarazosas". Por ejemplo -según la versión policial-, hace unas semanas los agentes comenzaron a poner multas a una serie de vehículos que estaban obstruyendo la salida de un autobús en un colegio de la zona del Naranco. Los padres se quejaron y los responsables del centro salieron a llamar la atención a los policías. "Fue muy desagradable", cuentan en El Rubín.

La Policía Local asegura que, desde hace años, "existe un pacto no escrito" por el que los agentes apagan las cámaras de acceso a las calles peatonales para que los padres puedan llegar con sus coches a la entrada del colegio sin que sean multados, lo que se produciría de forma automática al no pilotar vehículos autorizados. "No somos ogros, no vamos a obligar a un niño pequeño a caminar bajo la lluvia. Pero no es la primera vez que un padre deja el coche mal aparcado y aprovecha para entrar al colegio y mantener una reunión con el tutor, para ir a tomar un café o para hacer la compra. Ante esas situaciones hay que responder con una sanción", reflexionan las fuentes policiales consultadas.

No sólo sanciones

Con la puesta en marcha del proyecto "Entornos Escolares Seguros", al que se acaba de sumar el Ayuntamiento de Oviedo, se ha reforzado la presencia de patrullas a la entrada y salida de los colegios. La Policía Local defiende que se trata de una cuestión de "seguridad" de todos los escolares, también de los hijos de quienes terminan multados. "Estamos intentando que la gente no abuse. Pero el proyecto es muy amplio y no se basa solo en las sanciones", recalcan desde la Policía.

Sin embargo, algunos padres consideran que el abuso se produce por parte de los agentes. Una madre que prefiere guardar el anonimato ha mostrado su indignación porque la grúa le retiró su vehículo estacionado a las puertas del colegio Buenavista I el 25 de noviembre, cuando se bajó "tres minutos" para llevar a su hija al colegio. Tuvo que pagar 84,20 euros por la tasa de arrastre y una multa de 200 euros que se quedó en 100 por mal estacionamiento.

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