De un tiempo a esta parte la ciudad prolifera la rehabilitación de fachadas los La ciudad cambia la piel de sus fachadas. El boom de rehabilitaciones viene animado por las nuevas normativas sobre ahorro de energía, que traen aparejadas subvenciones de las administraciones públicas para financiar las obras.

En estos momentos causa furor la llamada fachada con envolvente térmica, cuya implantación se inició hace unos dos años, y vive un notable incremento en la actualidad. El dato lo corroboran las principales empresas del sector, que suman ya entre treinta y cuarenta proyectos de rehabilitación al año en la capital del Principado. Y en ascenso. "Es una buena cifra total", certifica José Martínez-Radío, director económico financiero de la empresa Emilio Cueto.

Susana García Rama, gerente de la empresa que lleva sus mismos apellidos asegura que "hace unos meses estuvimos en el punto más alto porque coincidieron las convocatorias del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, del Ministerio de Industria), las del Principado y las del Ayuntamiento de Oviedo, pero cuando finalizó la regional se notó una baja en la contratación". El secreto del aumento de las obras consiste en que las tres subvenciones son acumulables y, por lo que se constata, es una suma necesaria para acometer los trabajos. "Una envolvente térmica supone derramas bastante intensivas en las comunidades de vecinos, pero no todas pueden soportarlas sin el complemento de las subvenciones", agrega García Rama.

En cualquier caso, la tendencia es ascendente. Andrés Velasco, director de marketing de la firma Esfer, considera que "la empresa tiene para 2016 una cartera de proyectos que supone igualar al año anterior y suponemos que mejorarlo porque todavía hay muchos meses por delante". Por su parte, Israel Castro, del departamento de rehabilitación de Procoin, agrega otro factor de atracción para que las comunidades de vecinos se animen: "Una rehabilitación de fachada incrementa la vida útil del edificio y sus viviendas en 25 años".

En cuanto a los presupuestos económicos de las rehabilitaciones, su cuantía es diversa, ya que dependen del tamaño del edificio y de las soluciones aislantes que se propongan. "Estamos en un rango que va desde los 80.000 euros, con un aislamiento económico, hasta el millón, pero los materiales son los que se llevan el 50 o el 60 por ciento del coste de la obra", añade Israel Castro.

No obstante, el dato más relevante en cuanto a la economía de las rehabilitaciones sigue siendo el de las ayudas públicas. El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Oviedo, Ignacio Fernández del Páramo, indica que en 2016 la partida presupuestaria para rehabilitación de fachada contará con un millón de euros, frente a los 490.000 efectivos de 2014 y los 750.000 de 2015.

Las peticiones de comunidades de vecinos ovetenses interesadas en la rehabilitación de fachadas aumentaron de forma significativa entre 2014 y el año pasado. En 2014 el saldo total de solicitudes fue de 25, de las que se concedieron diez, por un valor total de 490.520 euros. No obstante, "una de las comunidades renunció al declarar que no podía hacer la obra", según señala el concejal Fernández del Páramo.

En cambio, en 2015, se presentaron 46 solicitudes y se aceptaron once por un valor total de 749.641 euros. Tres de ellas tuvieron que retirarse por no cumplir requisitos o porque renunciaron.

Por tanto, el número de solicitudes se incrementó de un año para otro y lo que espera el Ayuntamiento para 2016 es una afluencia mayor de solicitantes, algo que el Consistorio tratará de satisfacer con un millón de euros de presupuesto, más el remanente de 2015 en la misma partida.

La filosofía de este apoyo se basa en que "el consumo de energía de Oviedo es de 712 KTEP, es decir, miles (K) de Toneladas Equivalentes de Petróleo", explica Ignacio Fernández del Páramo, concejal responsable de Urbanismo y Medio Ambiente. Añade que "el objetivo es que ese consumo se reduzca a 650 KTEP en 2020-2022 mediante planes de eficiencia energética", tal como explica el edil de Somos.

¿En qué se va dicho consumo y es todo él eficiente? "Tres KTEP son los consumos en edificios municipales, y un 40 por ciento corresponde a la movilidad y al tráfico, pero entre lo restante, un porcentaje muy alto se va en las pérdidas energéticas de los edificios", explica Del Páramo.

Corregir esa situación es el objetivo de las subvenciones a la rehabilitación de fachadas, "algo que en el norte de Europa es una obligación desde hace años y que el nuevo Código Técnico de la Edificación en España trata de incrementar con un mayor espesor de los aislamientos". Dichas exigencias han marcado el final de las rehabilitaciones más artesanales del pasado, "con acabados en mortero, cerámica o pintura", señala Susana García Rama, gerente de la firma García Rama. Los materiales tradicionales han sido sustituidos por "fachadas ventiladas y una segunda piel que evidentemente encarece los proyectos, aunque se realizan con una garantía de 10 años", agrega.

Así pues, "se producen derramas en la comunidad que puede ir desde los 3.000 a los 15.000 euros, pero si fallan el crédito y las subvenciones serán obras inabordables", lamenta la gerente de García Rama, que por ello justifica cómo su sector "es muy dependiente de las subvenciones públicas y se registran tanto picos como bajadas en función de las convocatorias".

La actividad en el sector de rehabilitación de fachadas la lidera en Asturias la ciudad de Gijón, "que lleva muchos años con subvenciones a comunidades, pero Oviedo ha tenido mucho éxito en los dos últimos años y se ve cómo las comunidades se animan tanto por la mayor seguridad del edificio como por la mejora estética", subraya García Rama.

Israel Castro, del departamento de rehabilitación de Procoin, añade a esas ventajas estéticas, de seguridad, o de aislamiento acústico "que el ahorro energético a partir de una rehabilitación puede ser de un 40 por ciento ". Por otra parte, "con la promoción de vivienda muy parada, la política estatal ha ido hacia la rehabilitación y en el futuro es posible que aquellos edificios que no cumplan con requisitos de ahorro energético sean penalizados".

En cuanto a cifras concretas de una obra de rehabilitación con subvenciones, Israel Castro pone el caso de un edificio tratado por su empresa en la calle de la Lila. Se obtuvo el 30 por ciento de subvención a fondo perdido del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), más otro o 35 por ciento de financiación mediante un préstamo de ese mismo organismo". En total, la obra quedó financiada en un 65 por ciento.

La evolución de la actividad en este sector la resalta Andrés Velasco, director de marketing de Esfer. "El año 2015 ha sido notablemente mejor que el 2014 y muchísimo más que 2013", Reconoce, no obstante, que "cuesta sacar las obras adelante y sería dificilísimo hacerlo sin el estímulo de las subvenciones".

Todo ello se suma a "un indicador muy positivo: que recibimos muchas solicitudes de presupuesto, con lo que nuestra oficina técnica está trabajando a buen ritmo", agrega Velasco.

José Martínez-Radío, director económico financiero de la empresa Emilio Cueto, destaca además que "la nueva tecnología en construcción se está desarrollando principalmente hacia la rehabilitación, y con una mejora en el nivel de confort que antes no tenían las viviendas".

A su modo de ver, el impulso de la rehabilitación, y particularmente el de las fachadas, se extenderá a lo largo "de los próximos 20 años" y en ese movimiento coinciden "las directivas de la Unión Europea para el ahorro energético, más las necesidades de ahorro de consumo con las que la gente está cada vez más sensibilizada, más la intención de los ayuntamientos para recuperar el centro de las ciudades desde el punto de vista de la estética y del mantenimiento de edificios", recalca.

En esta última línea, los núcleos urbanos con "edificios de los años setenta y ochenta serán los más beneficiados", pronostica Martínez-Radío.