Asia, Europa y América son los continentes en los que se inspira Dolores Manjón para crear los tapices de la colección "Paisajes de baldosas", expuesta en la Casa de Cultura de Grado hasta ayer. Se trata de una muestra que cosechó un amplio éxito entre los moscones que disfrutaron de los tapices colgados en el corredor del palacio de Valdecarzana. "Quería contraponer algo frío como las baldosas y azulejos con lo cálido de las lanas y linos con los que los hice", explica la artista.

La tejedora se especializó en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés donde comenzó a sorprenderse de la larga historia de los telares, datados desde el Neolítico. "Hemos ido perdiendo calidad y, sobre todo, formas de tejer, de hecho hay algunas que no sabemos hacerlas y fibras que ya no tenemos", detalla. Luego empezó a estudiar e investigar por su cuenta, avanzando día a día con "mucha prueba y error, tejer y deshacer porque si te equivocas tienes que empezar de nuevo". Animada por su entorno, que la empujaba a mostrar su amplio trabajo, Manjón decidió tirarse a la piscina y comenzar a crear colecciones. Así empezó una progresión que la ha llevado a impartir cursos y talleres, que también dedica a los niños. Y, por supuesto, a exponer en diferentes enclaves culturales de la región.

Manjón defiende los telares como una de las mejores maneras de evitar el estrés o la ansiedad: "Te abstrae, de hecho hay estudios que dicen que el grado de concentración es como el de la meditación". Y es que las horas que pasan delante del telar y el nivel de concetración requerido para no cometer errores en los puntos consigue calmar los ánimos de cualquiera, reconoce.

Entre telares y lanas, Manjón crea sus colecciones. Cada tapiz tiene como mínimo dos meses de trabajo y mucho mimo y paciencia. Por ejemplo, para conseguir subir un centímetro en altura son necesarias entre veinte y veinticinco pasadas. "Un tapiz tiene más de mil pasadas", añade. Una tras otra hasta conseguir el tapiz perfecto.

"Paisajes de baldosas" muestra la diversidad de técnica y motivos de la zona mediterránea, los antiguos imperios precolombinos de Latinoamérica y las figuras asiáticas de China o Birmania. "Cuando uno ve el tapiz claramente observa que se define una zona, un país, es algo que ves y que se transmite", considera. Ahora, Manjón trabaja en su próximo proyecto con la asociación "Liza" para realizar un amplio estudio de la evolución de los telares en cada rincón del mundo: "Cada día te sorprendes", concluye.