El esqueje de Podemos en Oviedo celebró ayer su primera gran asamblea. Rindieron cuentas los concejales, dejaron alguna que otra perla y echaron la culpa al mensajero. Por no aburrir, el resumen es que Ana Taboada dijo que hay periodistas que se creen políticos. No añadió que hay políticos que se creen periodistas. Ni que hay grupos políticos municipales en Oviedo que hacen periódicos. Enredado en cosas así, a este gobierno tripartito, regenerador de la vida pública, y ansioso por crear una ciudad más amigable (ahí está su proyecto de bulevar para la "Y") se le ha quedado atrás una oportunidad de las buenas para borrar otro vestigio del gabinismo. El alcalde anterior a Iglesias Caunedo cambió las fechas del Carnaval en la ciudad para no competir con la potencia de otros en Asturias. En la capital hay que esperar unos días más para enterrar sardinas, disfrazarse y todo eso. Se hace cuando los colegios ya han tenido sus festivos y los restaurantes llevan tiempo con sus menús. Otro frente por cierto el que tiene abierto el Ayuntamiento con la patronal hostelera. Se quejan los de José Luis Álvarez Almeida que ni siquiera han recibido respuesta a la invitación cursada a la oficialidad para la comida de pasado mañana en Trubia, donde darán la salida a su gastroAntroxu.