De forma espontánea, extraoficial y a modo de prueba, nacieron hace cinco años los "Cantares de chigre", cada jueves, en la calle Gascona. El éxito, nada más empezar, fue total. Y lo continúa siendo en muchos de los locales del popular Bulevar de la Sidra, parada obligatoria de los turistas que visitan la ciudad. Una vez por semana, las noches sidreras de Gascona se llenan de voces e instrumentos en torno a la bebida regional. Tal es la aceptación que incluso se ha creado un concurso que ya va por su cuarta edición.
Fue el grupo "Los Collacios de Baco" el que inició, sin proponérselo, este movimiento. Su curioso y evocador nombre vino después, porque ellos son los integrantes del coro "Son Astur", de Oviedo, que actúa en las representaciones de zarzuela que se ponen en escena en el teatro Campoamor. También lo hacen con éxito en alguna ópera. Todo empezó porque después de cada ensayo de zarzuela se reunían en Gascona y cantaban canciones tradicionales varias, generalmente en torno a alguna que otra botella de sidra.
No han parado de hacerlo y ahí siguen todos los jueves, sólo que ahora suman a los integrantes de diferentes asociaciones corales de Oviedo, como lo hicieron días atrás en la sidrería Villaviciosa. En este caso, "Los Collacios de Baco" acudieron en calidad de invitados de honor de los "Cantares de chigre". Y a juzgar por la expectación que se formó en torno a ellos, el éxito fue evidente.
Pero volvamos a los inicios. Pronto, los hosteleros de Gascona, especialmente Paco Colunga, el alma del Bulevar de la Sidra, se dieron cuenta de que los parroquianos de las sidrerías donde cantaba este grupo no sólo se reunían en torno a ellos, sino que los acompañaban con decidido entusiasmo en los cantos populares, aunque la verdad sea dicha no siempre con voces debidamente afinadas, una cuestión menor para el caso, al fin y al cabo.
"Fuimos los primeros en poner en una sidrería de Gascona la idea de recuperar los cantares de chigre, y lo hicimos de manera involuntaria, sin imaginar que todo aquello pudiera terminar en lo que se convirtió ahora", explica entre canción y canción, con lógica satisfacción, Javier Fernández Mejuto, que es el director del coro que actúa en las representaciones de zarzuela, género en el que está especializada esta activa formación musical. "Nosotros sólo queríamos pasar un buen rato y disfrutar de la compañía, las canciones y la sidra, pero que este movimiento haya cogido tanto vuelo significa que, sin ni siquiera planteárnoslo, estábamos en el buen camino", añade Fernández Mejuto.
Un par de jueves atrás, en la acera de enfrente, en La Pomarada, también se escuchaban cantares de chigre. Eran los numerosos, animosos, incansables y quizá un pelín carrozas "Antiguos Tunos Universitarios". Derrochaban entusiasmo y también buenas notas musicales mientras cantaban de pie. Como en las rondas de los viejos tiempos. Y lo hicieron además en medio de la sidrería ante un público totalmente entregado que no escatimó aplausos.
Y allí estaba, no podía faltar, José Álvarez Real, popularmente conocido como "Pepe el de la Pola", que siempre puntualiza con precisión y con razón que "de Lena". Pues bien, este ingeniero informático comentó que el colectivo, que reúne a más de una docena larga de extunos de diferentes facultades y promociones varias, se reúne también todos los jueves, y lo hace en un bar cercano a la estación de autobuses. A su lado estaba Luis Vilaboa, que es la memoria histórica del colectivo, y que, como estos días está de máxima actualidad, explicó que la juez Pilar Lara, del "caso Pokémon", "es nuestra gran forofa, y por eso la vamos a rondar todos los años". De la magistrada dicen los que la han escuchado que "da gusto oírla cantar y tocar la guitarra". "Nos une una vieja amistad desde que estuvo destinada en Mieres, y ella nos corresponde viniendo todos los años a nuestra actuación en el teatro Vital Aza, en Pola de Lena", desveló Vilaboa. Historias de chigres, historias de sidra, historias de Gascona.
