Se necesitan familias para acoger a niños saharauis durante los meses estivales. Los asturianos "siempre han sido solidarios" y llevan 23 años colaborando "de forma ejemplar" con el programa "Vacaciones en paz", pero la crisis económica está haciendo mella y cada vez "resulta más difícil" mantener las cifras de participación para que los pequeños puedan escapar de las altas temperaturas del desierto, que llegan a alcanzar los 55 grados y en ocasiones "provocan la muerte de muchos de ellos". A grandes rasgos, ese fue el mensaje que transmitieron ayer los responsables de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, el lugar elegido por el colectivo para presentar el programa solidario de este año.

"Cada vez hay más personas en paro y familias que lo están pasando mal desde el punto de vista económico, por eso el número de acogidas está bajando en los últimos años", explica Félix Flórez, coordinador del programa "Vacaciones en paz". Y es que Flórez asegura que la gran mayoría de las familias que toman parte en esta iniciativa "son de clase media", hogares "humildes" y "no los que más dinero tienen". De hecho, el año pasado llegaron a Asturias 257 niños provenientes del Sáhara, mientras que hace una década, antes del inicio de la crisis, "venían cada verano alrededor de 350", señala Félix Flórez. "El objetivo de este año es por lo menos mantener la cifra del año pasado. Confiamos en hacerlo porque la verdad es que cada vez que hacemos un llamamiento de este tipo los asturianos responden", asegura el coordinador del programa.

El primero en tomar la palabra ayer fue el presidente de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, Alberto Suárez. Explicó los orígenes del programa e hizo hincapié en "la responsabilidad histórica de los españoles" con el pueblo saharaui, "víctima de una descolonización española que le entregó sus territorios a Marruecos y Mauritania desoyendo a Naciones Unidas y provocando un drama humano que aún pervive". También explicó que el programa "Vacaciones en paz" permite que niños de entre nueve y trece años puedan pasar dos meses en Asturias "recibiendo una alimentación equilibrada y rica en proteínas, accediendo a servicios sanitarios que allí son impensables y disfrutando del ocio como hacen todos los niños de su edad en nuestro país". Según sostiene Alberto Suárez, "una simple otitis que aquí se cura con unos días de antibióticos puede hacer que los niños pierdan el oído en los campamentos".

Los promotores del programa solidario completaron el acto de ayer con la proyección de una serie de fotografías sobre la vida en los campamentos saharauis y el contraste que supone la llegada a Asturias de los pequeños en verano. "Sólo con ver su cara de felicidad merece la pena hacer un esfuerzo para traerlos. Vienen con las maletas vacías y se van con ellas llenas de cosas materiales y de cariño", explica Félix Flórez. "Las familias que se decidan a colaborar no van a arrepentirse porque se trata de un acto solidario de primer orden. Ahora que se habla tanto de refugiados hay que tener en cuenta que el pueblo saharaui lleva cuarenta años viviendo en campamentos", añade. La ayuda internacional, "vital para la vida en el Sáhara", también "ha bajado a la mitad en los últimos años" a consecuencia de la crisis.

Los interesados en acoger a un niño este verano pueden ponerse en contacto con la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui llamando al siguiente número de teléfono: 667 708 795.