"El cáncer es una enfermedad sinvergüenza y traidora, que a veces ataca sin doler, y a la que se puede vencer si se pone ilusión". El exfutbolista Enrique Castro, "Quini", genio, figura y campechanía en estado puro, recorrió ayer los 30 kilómetros que separan Gijón de su Oviedo natal para ofrecer esta plástica y estimulante definición sobre una patología de la que sabe mucho, pues la vivió en sus propias carnes y requirió de dos operaciones y duros tratamientos para superarla.

"Durante la enfermedad te enfadas, a veces incluso con tu familia, y en estas situaciones las personas voluntarias que ayudan al enfermo lo merecen todo", aseveró el deportista, en consonancia con el mensaje transmitido por todos los intervinientes anteriores en una mesa redonda que rindió homenaje a los 20.000 voluntarios españoles -165 asturianos- que dedican su tiempo a hacer la vida más llevadera a las personas afectadas por un tumor y a sus familias. Quini se ofreció a las responsables en Asturias de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para sumarse a su plantel de voluntarios de hospitales.

El coloquio celebrado en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA tenía como referente el Día Mundial del Cáncer, que se conmemora hoy. Organizado por AECC-Asturias, el acto contó con un completo elenco de ponentes. Margarita Collado, vicepresidenta de la entidad, condujo el coloquio después de una introducción en la que señaló que "si albergas alguna duda, los voluntarios te obligan a creer de nuevo en el ser humano".

Margarita Fuente, presidenta en el Principado de AECC, precisó que de los 165 voluntarios que colaboran en Asturias con la organización, 64 están dedicados a prestar apoyo en los tres grandes hospitales públicos de la región: el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), de Oviedo; San Agustín, de Avilés; y Cabueñes, de Gijón. "Hay muchas personas que están muy solas frente a la enfermedad", indicó, Se estima que en España unos 30.000 afectados por tumores viven sin compañía.

Martín Escandón, psicólogo de AECC-Asturias, explicó que el programa de voluntariado comenzó en la región en 2010. "Es un voluntariado especial, que requiere una formación específica y que incluye prácticas tuteladas y un seguimiento", subrayó Escandón. Emilio Esteban, jefe del servicio de oncología del HUCA, elogió el papel de los voluntarios, a los que definió como "personas con una vocación especial que nunca pedirán nada a cambio". "Pasado el tiempo, estamos dándonos cuenta de lo que representa el voluntariado", señaló el doctor Esteban.

Durante 36 años ejerció la medicina Dolores Obegero. En los últimos tiempos se ha sumado a las filas de la Asociación Española Contra el Cáncer como apoyo a los pacientes y a su entorno inmediato. "Muchos voluntarios han padecido un cáncer, y son los más preparados para ayudar a las personas que pasan por ese trance", indicó la doctora Obegero, quien hizo hincapié en la incorporación de voluntarios "muy jóvenes", incluso estudiantes de instituto y universitarios.

Un testimonio muy a pie de cama fue el que ofreció Carmen Bravo, quien conoció de primera mano las dificultades que implica acompañar a un enfermo que requiere un tratamiento prolongado. "Yo tenía que trabajar y, gracias a los voluntarios, y a su estupenda coordinación con el personal del HUCA, mi madre estuvo muy bien atendida y yo pude conservar mi puesto de trabajo", destacó Carmen Bravo.