"La implantación de válvulas aórticas sin necesidad de cirugía abierta está revolucionando la cardiología". César Morís, director del área del corazón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), celebró ayer el liderazgo del complejo sanitario ovetense en una técnica que, a su juicio, derriba en gran medida la frontera que hasta ahora separaba las vertientes médica y quirúrgica de la cardiología.

El HUCA, pionero en estos procedimientos en Europa, los puso en marcha en diciembre de 2007. Desde entonces, en el centro ovetense han sido intervenidos 286 pacientes, 63 de ellos en el último año. Se trata de enfermos que padecían una estenosis (estrechamiento) de la válvula aórtica. El tratamiento habitual de los pacientes con este problema era el reemplazo de la válvula mediante cirugía abierta. ¿Inconveniente? Que hasta un 30 por ciento de los enfermos no podían ser operados debido a que para ellos acarreaba un riesgo quirúrgico excesivo.

Las cosas han cambiado. El centro hospitalario ovetense acoge ayer y hoy el I Curso Internacional de Implantación de Válvula Transcatéter, una cita a la que han acudido más de 100 cardiólogos intervencionistas de toda España. Que este curso se desarrolle en el Hospital Central no es casualidad. En el acto inaugural, Concepción Saavedra Rielo, directora general de Planificación Sanitaria, subrayó que los cardiólogos del HUCA "han tenido un papel protagonista en la enseñanza de esta técnica a la gran mayoría de los hospitales de nuestro país, y también a nivel internacional". "Es muy destacable el trabajo en equipo entre cirujanos y hemodinamistas", subrayó Jacobo Silva, jefe del servicio de cirugía cardiaca.

El curso cuenta con ponentes internacionales expertos en la técnica. Incluye cinco casos en directo de reemplazo de válvula aórtica y uno de válvula pulmonar utilizando este abordaje. Durante uno de esos casos se implanta un "Micra", el marcapasos sin cables más pequeño del mundo y el primero de este tipo que se instala en Asturias.