La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Clases de historia con caretas de esgrima

Una veintena de niños aprende "que las espadas no son sólo para la guerra" en el centro de interpretación del Prerrománico

Clases de historia con caretas de esgrima

Leyre de la Parte cambió ayer el disfraz de tableta de chocolate que lució en el colegio por una espada medieval de dos manos que le dieron en el centro de recepción e interpretación del Prerrománico asturiano y se puso a practicar esgrima con otros diecinueve niños. "Esto mola más porque me lo paso bien, aprendo historia y hago un arte marcial", dijo esta espabilada cría de seis años un poco antes de ponerse la careta protectora y empuñar el arma de fibra de vidrio recubierta de espuma. La Asociación de Recreación Histórica "La Guardia" fue la encargada de impartir un taller de esgrima para principiantes en la instalación del Naranco.

Sus alumnos, de entre cinco y quince años, aprendieron los movimientos básicos de ese deporte y sus orígenes, aunque algunos chavales tuvieron ventaja al asistir de forma periódica a las clases de esgrima de "La Guardia". Los profesores, también llamados "combatientes", se vistieron con ropa propia del siglo IX y del XVI y distribuyeron dos tipos de espadas: la de doble empuñadura (que se puede sujetar con las dos manos) y una espada ropera.

"Los duelos de tiempos remotos dieron paso a los combates y a la esgrima", explicaron los monitores a los chavales. Así, el pequeño Aitor Álvarez, de cuatro años, aprendió "que las espadas no son sólo para la guerra" y pasó la mañana haciendo toques, desplazamientos y ataques. El "combatiente" Pelayo Mejido se caracterizó para la ocasión y ayudó a los pequeños a realizar los movimientos. "Eso sí, primando siempre la seguridad". Y es que los profesores del taller pertenecen a la Escuela Asturiana de Esgrima Antigua y también a la asociación española de esta modalidad con el objetivo de perpetuar y divulgar el deporte.

Su compañera Nieves Rico también impartió clase en el centro de interpretación, en el Naranco, pero dejó a un lado las espadas y se vistió de dama del siglo IX con un atuendo confeccionado con materiales naturales de lino y lana. La presidenta de la Asociación "La Guardia" explicó a los alumnos cómo era la vestimenta de aquella época con ayuda de un hombre de civil que se paseó en túnica por el edificio del Naranco, y de un militar con cota de malla. Juegos de mesa, dibujos, acertijos y recortables completaron la sesión histórica de la mañana en el centro del Prerrománico.

Compartir el artículo

stats