Ese paso que va de juntarse en un bar con unos amigos a ver un partido del Oviedo a formar una peña es sencillo. Pero a partir de ahí, muchas cosas cambian. "Para los que formamos la directiva hay más quebraderos de cabeza", reconoce Abilio Viejo López, "Bily", presidente de la peña Pumarín, inaugurada oficialmente el pasado 19 de enero, aunque activa desde el 8 de julio. Al mismo tiempo, la experiencia de seguir a tu equipo a partir de ese momento se vive con más intensidad: "Perteneces a un grupo, tienes la bandera de tu peña, pancartas, camisetas, organizas un autobús para viajar... Te involucras más", resume Bily.
La peña Pumarín es joven pero está integrada por oviedistas que llevan bastante tiempo animando al equipo. Un grupo formado en su mayor parte por treintañeros que suelen reunirse en la sidrería Fuente Pando y que en muy poco tiempo han alcanzado los 105 socios. "Algunos ya estuvieron en otras peñas, otros no, nos unía el hecho de juntarnos en el barrio de Pumarín", explica Bily. Ahora, ya como peña, les cuesta menos movilizarse para hacer diversas actividades: "Para montar un viaje a Valladolid nos costó trabajo llenar el autobús y en cambio en el viaje a Lugo fue más fácil, según se va conociendo la gente de la peña es todo más ágil", añade.
Para Bily las peñas son un enlace clave "entre el Real Oviedo y el aficionado" y una forma de activar a seguidores que, de otra manera, pasarían más desapercibidos: "Hay gente más parada y que a partir de formar parte de una peña se involucra y anima más". Bily lleva el cargo con pocos problemas. Y eso que le tocó por sorteo. Para él las peñas son "fundamentales" para que Oviedo sea "una ciudad con ambiente futbolístico".
El socio de honor. Al constituirse como peña podían elegir a un socio de honor. Y esa fue la decisión que menos trabajo les costó. "El primero que se me vino a la cabeza fue Samuel Sánchez. Es del barrio, amigo de otro compañero de la directiva y sabes que no es un oviedista de última hora, sino que apoyó al equipo en los momentos duros. Además, es el mejor deportista ovetense de todos los tiempos", explica Bily. Samuel Sánchez correspondió al cariño acudiendo a la inauguración, a pesar de encontrarse en un momento complicado de su calendario, con muchos compromisos deportivos con el equipo BMC. "Amoldamos la inauguración a las fechas que él tenía disponibles", concluye el presidente.
Y con un padrino como Samuel, con 105 socios y con el Oviedo en la parte alta de la tabla, la peña se prepara para vivir un año de emociones fuertes. Lo harán, gane o pierda su equipo, en las gradas del Tartiere, en los campos de Segunda División o frente al televisor en la sidrería del barrio en la que se reúnen. Sacando con orgullo el oviedismo a la calle.
