El accidente que le costó la vida a Marcos Díaz y Juan Manuel González ha vuelto a despertar las alarmas entre los vecinos de Trubia, que denuncian la ausencia de iluminación en la zona en la que se produjo el siniestro a partir de las doce de la noche. "Es un problema que padecemos hace tiempo. La política del Ayuntamiento de Oviedo, que apaga las luces por las noches en las zonas rurales para ahorrar energía, afecta a la seguridad de los conductores y a la de las personas que puedan pasar andando por alguno de esos tramos", asegura Roberto Velasco, presidente de la asociación vecinal de Trubia.

Según sostiene Velasco, en la zona en la que se salieron de la vía los dos fallecidos "se genera habitualmente una niebla muy densa por causa de la cercanía del río y deberían de estar las farolas encendidas durante toda la noche". El presidente vecinal entiende que el Consistorio tome medidas para ahorrar, pero asegura que en el caso de ese punto y de otros similares que hay en la zona "es totalmente necesario mantener la iluminación".

Roberto Velasco reitera que también hay otros puntos del valle trubieco en los que se apagan las luces por la noche generando peligro para los conductores. "Lo hacen en los tramos largos. Sólo dejan encendidas las farolas que hay frente a las casas, pero el resto de la carretera se queda a oscuras". Velasco también solicita que los responsables municipales estudien la posibilidad de instalar "badenes" en la recta en la que se produjo el choque, porque a pesar de estar limitada a 50 kilómetros por hora, "muchos coches van a más velocidad".