A Hugo, Rona, Pablo y Laura les une algo. Un elemento muy poco común. Nada que ver con un estilo de vestir, un piercing o un tatuaje. Mejor dicho, sí es un tatuaje, pero imborrable y del mismo color de la piel. Un tatuaje hecho de piel. A Laura, Pablo, Rona y Hugo les une lo que ellos llaman una "cremallera" cincelada por un bisturí salvador y que exhiben sin vergüenza alguna. Porque ellos nacieron con una enfermedad cardiaca y necesitaron entrar al quirófano a una edad a la que la mayoría de los niños han sufrido, como máximo, catarros, caídas y algunos episodios de fiebre. Y ese paso por el quirófano les dejó una marca.
"Cremalleras" es la palabra elegida por la Asociación de Padres y Amigos de Cardiopatías Congénitas (Apaci) como título de la exposición de 15 fotografías de niños y jóvenes asturianos que muestran sus "heridas de guerra". De una guerra que han ganado en el quirófano y que ahora se disponen a ganar en la sociedad. "Para ellos, las cicatrices son un signo distintivo, un signo de identidad", explica Juana Jara, directora de Apaci. Tal es la normalidad con la que ven sus largas incisiones torácicas, que fueron los propios chicos los que denominaron "cremalleras" al grupo de whatsapp que comparten. Apaci, entidad que aglutina a unas 500 familias de la región, ha decidido registrar la palabra porque sus responsables están convencidos de que esta iniciativa pionera en España se convertirá en todo un símbolo frente a cualquier tipo de estigmatización. "No se nos ocurría una manera más adecuada de celebrar el décimo aniversario de Apaci", indica Juana Jara.
La muestra, que incluye soportes audiovisuales, arranca el próximo domingo 14, Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Las imágenes -tomadas por los alumnos de Comunicación, Imagen y Sonido del Centro Integrado de Formación Profesional de Langreo- permanecerán expuestas hasta el día 21. El horario de visitas será de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.
