Los alumnos de sexto curso del Colegio Santa Teresa de Jesús, las Teresianas, se quedaron muy preocupados sobre el estado de salud del planeta tras la última cumbre climática en París. Y decidieron que tenían que poner "su pequeño granito de arena" para mejorar las cosas. Así, en su empeño por conseguir vivir en un mundo más ecológico, han empezado por mejorar las cosas en su entorno más cercano: el Naranco. Desde hace unas semanas recorren el barrio en el que se ubica el colegio, la mayoría con viviendas unifamiliares, pidiendo a los vecinos que produzcan su propio abono con una compostadora doméstica.
"Nos hemos centrado en el compostaje que es un abono natural hecho de residuos domésticos y forestales. Sirve de cuidado a las plantas y sustituye a los abonos químicos, que son malos para el medio ambiente", explica Carmen Gómez, la tutora de los chavales, que dirige el proyecto enmarcado en la iniciativa "Design for Change" (diseña el cambio).
Ayer, los pequeños "embajadores" del compostaje doméstico dieron un paso más y presentaron su proyecto a la asociación de vecinos del barrio, cuyos responsables quisieron conocer de primera mano el proyecto para poder presentárselo también al resto de residentes. El presidente de la asociación de vecinos "Fuente de los Pastores", Carlos Madera y el vicepresidente Jesús Cabada se reunieron con los escolares en el colegio a primera hora de la tarde. Los niños les explicaron que su idea es que los vecinos con un pequeño huerto o una finca se apunten al programa de compostaje doméstico de Cogersa. Ellos mismos están dispuestos a facilitarles el impreso que hay que cubrir y a presentarlo en el Ayuntamiento si es necesario. Todo son facilidades. Los alumnos de sexto curso también explicaron a los vecinos los "pasos sencillos" que hay que seguir para fabricar el abono ecológico en casa, a partir de residuos orgánicos, tanto materiales secos como materiales húmedos: restos de frutas, verduras, hierba segada, cáscaras de huevo, ramas, hojas secas... "Algo que no se nos puede olvidar es remover dos veces al mes aproximadamente para que el compost se vaya haciendo", explicaron los alumnos.
"Ya hemos visitado Cogersa para recabar información y poder explicar bien a los vecinos el proyecto", explica Carmen Gómez. "En los próximos días volveremos a salir por el barrio para conseguir convencer a la gente de que es una buena idea que no supone ningún coste", explica la tutora. Además, los escolares también trabajan con una ONG para regalar árboles que puedan crecer en el barrio y contribuir a mejorar la calidad del aire.
El Colegio Santa Teresa de Jesús ya se embarcó el curso pasado en otro proyecto de "Design for change", esta vez relacionado con la seguridad vial y en el área de Educación Infantil.
