Los presuntos asesinos del niño de 21 meses arrojado en el interior de una maleta a las vías del tren junto al apeadero de La Argañosa en octubre de 2014 se enfrentan a penas de 33 años y cinco meses cada uno. El padrastro, David F. V. (coruñés de 33 años), en calidad de autor material y la madre, Fadila C. S. (marroquí de 21), como coautora, al no hacer nada para impedir el maltrato continuado y la muerte de su único hijo. Así lo solicita el fiscal del caso, Tomás Álvarez-Buylla, en el escrito de calificación provisional de los hechos, en base a una serie de conclusiones a las que ha llegado. Tal y como trascendió ayer por vía oficial, en concreto, el Ministerio Fiscal considera a los dos acusados del "crimen de la maleta" responsables de cuatro delitos: maltrato habitual (3 años), lesiones (5 años), asesinato (25 años) y profanación de cadáveres (5 meses). También reclama una indemnización conjunta de 100.000 euros para los abuelos maternos del niño, que residen en Málaga.

Más de un año después del crimen, el fiscal también ha pedido que se dé prioridad al señalamiento de la vista oral y a la celebración del juicio, que contará con el criterio de los miembros de un jurado popular. Además, dada la gravedad de los hechos, ha reclamado que, en caso de resultar condenados, en ningún caso se les conceda a los dos acusados el régimen de tercer grado de tratamiento penitenciario (con ciertos privilegios, como salidas pactadas de prisión) hasta que cumplan, al menos, la mitad de la pena impuesta en el juicio. En la actualidad los dos acusados están en prisión preventiva en las cárceles de Villabona y Mansilla de las Mulas, a la espera de ser juzgados.

La Fiscalía ya daba pistas, hace pocas semanas, de cuál era su postura en este caso, durante la comparecencia en el Juzgado de Instrucción número 3 para dar traslado al escrito de imputación. Tal y como adelantó entonces LA NUEVA ESPAÑA, atendiendo al relato que hace el fiscal del "crimen de la maleta", el padrastro tenía intención de matar al niño y su madre, que presenció cómo lo arrojaba violentamente contra las paredes una y otra vez, no hizo nada, aún pudiendo, para evitarlo.

El fiscal sitúa la muerte del niño durante la última semana de octubre de 2014 en el piso que compartían Fadila, David e Imran en la calle Vázquez de Mella. En un momento determinado, el padrastro se dirigió a la habitación del menor, que estaba despierto. A partir de ese momento, según el relato del Ministerio Público "sin motivo aparente, con propósito de causarle la muerte y a sabiendas de no ser necesario para ello, con el fin de producirle sufrimientos innecesarios, comenzó a abofetearlo en múltiples ocasiones, lo que produjo que el menor llorase desesperadamente". El fiscal considera que David respondió "agarrándolo fuertemente" para "al menos en tres ocasiones arrojarlo violentamente contra la pared, la cama y el suelo de la habitación, agrediéndole repetidas veces, dándole diversos puñetazos en el abdomen y otras partes del cuerpo". Todo este rosario de brutales agresiones le produjeron al niño un politraumatismo exterior e interno, con múltiples fracturas óseas y orgánicas, que le provocaron una parada cardiorespiratoria "por abolición" de las funciones vitales.

La Fiscalía también relata que, una vez fallecido Imran, los dos acusados "con la finalidad de ocultar la muerte del menor" lo introdujeron en una maleta pequeña envuelto en una manta y lo trasladaron hasta las inmediaciones del apeadero de La Argañosa "donde lo arrojaron y lo abandonaron entre unos matorrales, todo ello con el fin de deshacerse del cuerpo", que finalmente fue descubierto por unos operarios que limpiaban las vías el día 3 de noviembre del año pasado.

Concluye la Fiscalía explicando que, posteriormente "y con el fin de lograr la impunidad o entorpecer la labor policial, se trasladaron ambos a la ciudad de León, tras regalar la ropa y enseres del menor a terceras personas desconocedoras de los hechos".