Una dolencia rápida extinguió ayer la vida de José María Fernández del Viso García, exconcejal de Oviedo en dos periodos y bajo cinco alcaldes: de 1974 a 1979, con Manuel Álvarez-Buylla, Félix Serrano, Higinio Rodríguez y Eloína Suárez; y de 1991 a 2003, como edil de Cultura, con Gabino de Lorenzo (PP), hoy Delegado del Gobierno y que ayer difundió una nota contenida. pero elogiosa: "Fue uno de los padres culturales del despegue de Oviedo, además de un colaborador cercano y amigo: existe culturalmente la 'marca Oviedo' y ese lema será siempre deudor suyo. Descanse en paz".

Otro colega de aquellas corporaciones, el exedil Jaime Reinares, le calificó asimismo de "excelente amigo y extraordinario concejal de Cultura, con su apoyo a la ópera y a la zarzuela, a los conciertos de verano, a la música asturiana, a la recuperación de la fiesta de Santa Eulalia de Mérida y de los actos de Alfonso II". Reinares agregó que "me quito el sombrero ante él y casi me inclino a pedir, al tripartito o a quien sea, una calle o una plaza en Oviedo o, por lo menos, una placa en el teatro Campoamor u otra en el Auditorio".

Y el alcalde anterior a De Lorenzo, Antonio Masip (PSOE), sintetizo su parecer en una frase: "Ha muerto un ovetense entrañable".

Fernández del Viso fue hombre de ideas firmes a la derecha del espectro político, pero no por ello se mostró hostil o sectario, sino de buen trato y proclive al encuentro, como ayer reconocieron unánimemente a LA NUEVA ESPAÑA personas que le trataron abundantemente. Así, vino a ser un exponente de la derecha equilibrada. "Estando marcado en una tendencia política, tuvo gran capacidad para entenderse con otras tendencias", declaró ayer su amigo y albacea, Agustín Falcón, mientras ultimaba los datos de su despedida: hoy se le dará tierra sagrada -en la intimidad-, a las once de la mañana en el cementerio de San Salvador, y el próximo martes, día 16 de febrero, a las siete de la tarde, se celebrará una misa funeral en el monasterio de las Pelayas, "a las que trataba y apreciaba singularmente", agregó Falcón. En su esquela figurará de modo destacado la mención de su esposa, María Fernanda Riva Fernández, a la que había perdido -"se me rompió la vida", decía-, el 16 de Junio de 2000. No tuvieron hijos.

Del Viso hubiera cumplido 80 años el próximo día 20 de febrero, pero hace mes y medio que un dolor le atenazó el estómago. No por ello renunció a su cita periódica con LA NUEVA ESPAÑA. Su último artículo vio la luz el pasado 23 de enero. Se titulaba "Caretas fuera", y en él lamentaba que "el tripartito del Ayuntamiento cometa el grave error del sectarismo: el recorte de 50.000 euros a la Fundación Princesa de Asturias, suspender la subvención a la Semana Santa y salir de la red de juderías".

Sin embargo, la portavoz de Somos Oviedo, Ana Taboada, destacó ayer en una nota que "su compromiso con la cultura en Oviedo quedó demostrado cuando fue concejal y presidente de la Fundación Municipal de Cultura; quiero enviar a su familia y amigos un saludo cálido y cercano". Por su parte, el actual edil de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi" (IU), puso de manifiesto que "mi relación con él fue siempre excelente, con respeto mutuo a nuestras respectivas". También "en los momentos más difíciles de IU con Gabino de Lorenzo siempre brillaba entre nosotros una luz en las miradas y sonrisas de complicidad". Al mismo tiempo, "Rivi" expresó que "los trabajadores de la Fundación de Cultura han manifestado su pesar y en la medida que podamos le rendiremos un cálido homenaje; él queda presente en el corazón de muchísima gente". En el plano institucional, el alcalde Wenceslao López (PSOE), manifestó ayer que "aunque no coincidí con él en el Ayuntamiento, siempre es de elogiar la tarea de las personas que trabajan por la ciudadanía".

Nacido en 1936, él y sus cuatro hermanos -ya fallecidos-, escucharon de su padre: "No lo olvidéis nunca, los que no somos ricos tenemos nuestra riqueza en los amigos" -según escribió Del Viso en unos de los artículos de este periódico-. Por su parte, cumplió la consigna paterna y cultivó grandes amistades, como evocaba ayer en su blog Luis José de Ávila: Eduardo Castro, José Ramón Pérez las Clotas -ex director de LA NUEVA ESPAÑA-, José Vélez, Manuel Brun, Elías Masaveu y, especialmente, José Cosmen. Todos desaparecidos.

Estudió en el colegio Loyola, hizo Derecho y trabajó como visitador médico. En mayo de 1974 se incorporó a "La Voz de Asturias". Allí coincidió doce años con Javier Batalla, hoy gerente de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF): "Fue consejero delegado responsable del área del marketing y publicidad" -evocó-, "y coincidimos otros 12 años en el Ayuntamiento, siendo él concejal, presidente de la Fundación de Cultura, y vicepresidente y consejero de la SOF". Batalla no dudó ayer en calificarle como "un liberal absoluto que venía del régimen anterior, pero las persona nobles no dependen de ningún régimen". En su labor consistorial "fue muy honesto y leal a su equipo, y jamás censuró a nadie; sumaba, no restaba".

Otra labor profesional antes de ser concejal y después de dejar "La voz de Asturias" fue la de "dirigir la agencia de publicidad Brun, donde refuerza a los hijos de Manolo Brun, que ya había fallecido", agrega Batalla. Allí se jubila "habiendo realizado una labor brillantísima".

En Brun coincide también con el hoy crítico de arte de LA NUEVA ESPAÑA, Rubén Suárez, quien destaca de su labor cultural "lo que los dos llamábamos 'la media milla de oro del arte asturiano', pues en su época coinciden numerosas iniciativas públicas y privadas: el Campoamor y el CAMCO (Centro de Arte Moderno Ciudad de Oviedo), el Café Español, la sala del Banco Herrero, la sala de la Caja de Ahorros, o las galerías Vértice, Benedet y Borrón; él tenía muy a gala toda esa actividad, a la que se sumaban los certámenes literarios y la música en diversas expresiones". Y en otras vertientes culturales, "por ejemplo, le adoraban las bibliotecarias, porque tenía capacidad para entenderse con todas las personas", evocaba Falcón.

Entre sus hábitos figuraba cada día "subir al Centro Asturiano para dar un paseo y leer la prensa, pero, por ejemplo, esta mañana -la de ayer- no le vi y me extrañó; luego me dieron la triste notica", relata Alfredo Canteli, presidente de dicha entidad "y muy amigo suyo". Canteli formula lo que podría ser un epitafio justo de José María Fernández del Viso García: "Buen político, muy culto, querido por todo el mundo, muy oviedista, sin enemigos".