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Una infraestructura para descongestionar una parte de la ciudad plagada de vehículos

El "parche" del puente de La Florida

La pasarela aún sin estrenar entre el barrio y Martínez Cachero es una de las soluciones para aliviar el tráfico del Oeste tras el descarte de la Ronda Norte

El "parche" del puente de La Florida

"Es un parche". Así de claros se muestran en las entrañas del Ayuntamiento de Oviedo cuando se plantea la pregunta sobre la funcionalidad del puente de La Florida, la gran obra pública del municipio de los últimos años y que lleva ocho meses acabada, a la espera de que el tripartito resuelva el papeleo necesario para abrirlo al tráfico de manera definitiva. La apertura del puente, para la que aún no hay fecha, a pesar del empeño municipal en desbloquear la situación, servirá para dar solución al problema con el tráfico rodado con el que vive la zona oeste una vez que el sueño de la Ronda Norte se ha esfumado con motivo de la crisis. Tal es el problema, que los vecinos comparan La Florida en las horas punta con una "ratonera" de la que no hay manera de salir.

Los números que maneja el municipio señalan que por la rotonda de Vallobín, en la calle Marcelino Suárez (en la que confluyen los tráficos de entrada y salida procedentes de La Florida, Ciudad Naranco y La Ería) pasan cada día cerca de 14.000 vehículos. Esta cifra se eleva hasta 26.000 coches diarios si se avanza unos centenares de metros hacia el centro urbano y se llega hasta la turboglorieta de la plaza de la Liberación. Una vez abierto el puente los técnicos calculan que el flujo circulatorio acumulado en la rotonda de Marcelino Suárez se reducirá "entre un 10 y un 15 por ciento". Los expertos también tienen claro que "cualquier reducción del tráfico por pequeña que sea" servirá para aliviar los atascos que en las horas punta se producen en la glorieta de Marcelino Suárez. Una doctrina que también puede aplicarse a la rotonda de La Florida que conecta el barrio con la Argañosa y Vallobín.

De igual forma, la inauguración del puente -aunque desde hace meses ya es usado por los peatones- pondrá punto y final a los rodeos que los vecinos deben realizar para salvar la brecha que parte en canal La Florida y la calle Martínez Cachero (Parque del Oeste). Pero principalmente, la apertura del puente se espera que sirva para aligerar de tráfico a la zona Oeste de la ciudad, una vez que la construcción de la Ronda Norte -luego rebautizada como Ronda Verde- parece una quimera. De ahí lo de "parche".

¿Pero cómo podrá cambiar la inauguración de un puente los atascos que se forman en glorietas como en la que desembocan las calles Marcelino Suárez, Alejandro Casona y Francisco Cambó? El plan diseñado por el anterior equipo de gobierno (PP) consta de dos alternativas. Una de ellas es la ampliación ya realizada de la calle Bernardo Casielles -discurre rodeando el campo de fútbol de los Hermanos Llana y el Carlos Tartiere-, que servirá para sacar vehículos de la zona oeste hacia las facultades del Cristo y la plaza de toros sin tener que pasar obligatoriamente por Alejandro Casona. Otra de las soluciones "parche" para desatascar el tráfico en el oeste ovetense está en la urbanización de Olivares. Allí se habilitó un vial para dar salida a los coches de paso hacia la antigua carretera de La Coruña (N-634) a la altura de la urbanización de Las Alondras, a unos metros de lo que fue el restaurante La Gruta. Además, está prevista una actuación complementaria junto a las piscinas del Parque del Oeste. Allí se quiere levantar una glorieta para ordenar el tráfico hacia Olivares y la N-634 y el que baja hacia la AS-232. Ésta última no solo es la vía que une Oviedo con el municipio de Las Regueras, sino que además soporta todo el tráfico que mueven núcleos como San Claudio o Las Campas.

Mientras, en un cajón espera el proyecto para que la iniciativa privada ejecutase en Montecanales -un área sin desarrollar al oeste de Olivares- una calle de gran capacidad. Este viario desembocaría en la glorieta de Santa Marina de Piedramuelle. Esto ofrecería a los vecinos un acceso directo a la red de autovías, ya que desde este punto se accede a la que va hacia Trubia y Grado.

De lo que nunca más se supo fue de la versión "low-cost" de la Ronda Norte -la Ronda Verde- que el anterior alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, prometió poner en marcha en su toma de posesión (enero de 2012) cuando Gabino de Lorenzo hizo las maletas y se trasladó a la plaza de España como delegado del Gobierno en Asturias. En una primera fase, la Ronda Verde conectaría la rotonda de Luis Oliver (AS-II) con la de Gabino Díaz Merchán (La Florida) a través de la falda del Naranco.

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