El Ayuntamiento de Oviedo y el gobierno del Principado tomaron en cuenta ayer las demandadas de las asociaciones vecinales de Trubia, de los padres de los alumnos del colegio de la localidad, el de El Villar, y de la dirección del propio centro, y lo dotarán de un aparcamiento para seis autobuses, y otro más amplio que el actual para los automóviles de los padres. Los trabajos se realizarán durante la primavera, al tiempo que el ensanche y asfaltado de la carretera, a su paso por el colegio.

Así lo comprometieron ayer el Alcalde de Oviedo, Wenceslao López, y el director general de Infraestructuras del Principado, José María Pertierra, durante una reunión con el director del centro y con representantes vecinales de Trubia, a la que también asistió la concejala de Infraestructuras, Ana Rivas.

La parcela municipal anexa al centro educativo será cedida al colegio, que de esta manera dispondrá de un aparcamiento exclusivo para los autobuses escolares. Los padres de los niños, que venían dejando sus vehículos en ese lugar, pasarán a uno nuevo que se hará unos metros más arriba, a partir de la entrada a la zona colegial. Los coches de los acompañantes ya no invadirán parte de la calzada cuando, en ocasiones especiales, eran muchas las familias que coincidían en el centro.

De acuerdo a las peticiones de los colectivos vecinales y de la Asociación de Madres y Padres del centro, habrá mejoras en el entronque de la carretera del colegio con la que va hacia Proaza, para facilitar la salida de los autobuses con seguridad.

También se colocarán señales y posiblemente bandas sonoras en sentido descendente desde Proaza para alertar a los automovilistas de la cercanía del cruce, ya que está situado en una zona de poca visibilidad.

No obstante, los colectivos vecinales reclamaban una glorieta, pero que por falta de espacio no será fácil, "aunque se intentará", precisó ayer José María Pertierra.