La Policía Nacional detuvo ayer a un langreano de 28 años como presunto autor de acosar sexualmente a mujeres en los autobuses urbanos. Los agentes, que le habían identificado gracias a las fotografías aportadas por ocho de sus víctimas, le interceptaron hacia las 10.30 horas en el centro de Oviedo, donde al parecer venía a diario desde Langreo. El joven no tiene antecedentes penales, pero la Policía le reconoció también como la persona que realizó "tocamientos" en algunos trenes regionales y de cercanías. De hecho, según los agentes, "una chica se quejó de que esta persona la estaba acosando e incluso toqueteando los glúteos, aunque no formuló denuncia". Las investigaciones apuntan a que ha habido muchas más jóvenes acosadas que no han acudido a comisaría y que los abusos sexuales en los autobuses suceden desde hace dos años.

El langreano declaró ante la Policía Nacional detenido por un "delito continuado de abusos sexuales" y asistido por un abogado de oficio sin que haya trascendido su versión. Una vez que finalicen las diligencias, el caso será remitido a la autoridad judicial.

La detención de este joven ha sido posible por la colaboración de un grupo de mujeres que interpuso el martes una denuncia conjunta ante la Policía Nacional. Las ocho chicas se conocieron a través de las redes sociales después de que una de ellas publicase en Twitter su experiencia en la línea C2 (Lugones-Facultades) el 12 de febrero: "Hace unos minutos se subió un tío al bus y se agarró a una barra quedando contra una chica que estaba detrás de mí... Al poco, la chica se cambia de sitio, y él de barra... Me asomo y veo que está arrinconando a otra chica, casi podría olerla. Me acerco y le veo una erección de caballo, intentando frotársela".

La chica, según su relato, decidió acercarse a una de las jóvenes del autobús para solidarizarse y contarle que a ella le había pasado lo mismo. De hecho, así lo tuiteó en su red social: "Y en ese momento me doy cuenta de que es el asqueroso que me arrinconó a mí una vez y se frotó todo lo que quiso". El acosador, al darse cuenta de que las dos mujeres estaban hablando de él, se bajó en la siguiente parada. Las jóvenes pactaron publicar en internet el incidente y a los pocos minutos recibieron la información de otra víctima que estaba en ese autobús y que había sacado fotografías "bastante explícitas del comportamiento del acosador", es decir, con una erección. Poco después, una mujer les mandó una foto que había tomado a primeros de enero y que mostraba al agresor en idéntica actitud. Las últimas imágenes del joven llegaron el 14 de febrero. Finalmente, un total de ocho mujeres denunciaron los hechos en comisaría y llevaron un lápiz de memoria con las pruebas.

La dirección de la empresa concesionaria del transporte urbano de Oviedo, TUA (Transportes Unidos de Asturias) afirma que desconocía los casos de acoso y que no recibió queja alguna al respecto. Además, aclaró que sus vehículos no disponen de cámaras de vigilancia.

Un conductor de la línea C2, en la que solía montarse el acosador, comentó a este periódico que "es relativamente fácil que pasen este tipo de cosas dentro del autobús porque en esta línea, que va a las Facultades del Cristo y al Hospital, se forman unos mogollones tremendos a primera hora de la mañana y hay muchas chicas estudiantes que tienen que ir de pie. Eso sí, a mí nadie me ha dicho nunca nada. De hacerlo, hubiese llamado inmediatamente a la Policía. Hay que denunciar".

El último caso de acoso sexual por tocamientos en Asturias ocurrió hace cinco meses en Villaviciosa cuando un hombre de 73 años se dedicaba presuntamente a manosear a peregrinas del Camino de Santiago. La Guardia Civil le detuvo gracias a los datos dados por una de sus víctimas.