La Policía Nacional detuvo a cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, por su "demostrada participación" en once hurtos. Los agentes les atraparon el sábado en la calle Mon después de que le quitasen el bolso a una chica en la plaza del Paraguas por la técnica del tirón. Según fuentes policiales, "los delincuentes salieron corriendo perseguidos por los amigos de la víctima", hasta que una patrulla que estaba por la zona logró atraparles a los pocos minutos. Tres fueron a comisaría y el cuarto fue trasladado el centro de menores de Sograndio.

Se trata de los miembros de una banda organizada, de origen rumano, formada por jóvenes de 26, 24, 21, 17 y 16 años que sustrajeron numerosos bolsos y teléfonos móviles durante los últimos fines de semana, sobre todo en el entorno de la Corrada del Obispo. "A pesar de ser reconocidos por las víctimas siempre lo niegan e incluso animan a los policías a que les cacheen asegurando que no llevan nada encima", explican los agentes.

El grupo de delincuencia urbana de la Brigada de Policía Judicial de Oviedo ha presentado un informe a la Fiscalía y al Juzgado en el que detalla las andanzas de esta pandilla, su distribución de funciones y el modo en el que cooperan con otros grupos: "Actúan como una banda organizada con un reparto claro de funciones y permanencia en el tiempo".

Suelen esperar en la entrada de las discotecas y aprovechan las aglomeraciones para sustraer móviles de los bolsos o bolsillos de los clientes para, a continuación, pasar los teléfonos hurtados a otro compinche que se va del lugar rápidamente. Así, cuando la Policía identifica y registra a la persona que ha sido vista manipulando los bolsos, no puede detenerla porque no lleva la mercancía encima. En realidad, el que huyó con los terminales sustraídos los guarda en un lugar seguro y de difícil acceso, como obras, locales abandonados, huecos en la pared o tapias.