Los responsables de la Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias (Otea) consideran que los integrantes del gremio al que representan son "los primeros afectados" por la práctica de beber en la calle y aseguran que "en los locales situados en el ámbito del 'botellón' desaparece toda la clientela". Otea sale al paso porque algunas asociaciones de vecinos del Antiguo han criticado que los bares dejan salir a los clientes con las consumiciones a la vía pública elevando aún más el problema del "botellón". "Solicitamos que no se traslade la culpabilidad a los establecimientos de la zona, ya que son los primeros afectados por esta práctica. El botellón es incompatible con la actividad hostelera", señala un comunicado de la asociación.

Las quejas de los vecinos de las calle Manuel Pedregal, que han solicitado más vigilancia en los bares de la zona para evitar los ruidos nocturnos, también han recibido respuesta de Otea. "No son los establecimientos quienes generan el ruido e incumplen la normativa, sino las actitud de las personas que están en la calle una vez cerrados los establecimientos". Según sostienen los hosteleros, "las molestias se producen una vez se retiran las terrazas a la hora establecida por la ordenanza".

Para Otea, "se trata de descargar sobre los empresarios hosteleros responsabilidades que recaen en otros y que difícilmente puede ser evitadas por los propios hosteleros". Así, "entendemos a los vecinos, pero no se debe atribuir a los establecimientos responsabilidades que no les corresponden y que hacen lo posible porque no se produzcan molestias".