El PP continúa dándole vueltas al presupuesto municipal a la espera de presentar, antes del próximo sábado, las enmiendas que considere oportunas. Ayer, los populares mostraron su desacuerdo con la partida de 110.000 euros que el tripartito (Somos, PSOE e IU) destinará a la realización de una auditoría para fiscalizar las cuentas municipales. La idea del gobierno es sacar a licitación el contrato para que una empresa externa se encargue de estudiar los números y la deuda del Ayuntamiento ovetense.

Para el edil Eduardo Rodríguez, experto en asuntos económicos de la formación conservadora, "presupuestar una auditoría externa sólo tiene valor mediático" porque, a su juicio, "tiene que ir asociada a un planteamiento de regularidad y no de manera puntual y oportunista". Rodríguez cree que una auditoría sólo sería útil si se realizara de manera periódica todos los años y señala que la función de controlar económicamente el Ayuntamiento es una labor del interventor, con el que el gobierno local ha tenido sus tiranteces durante los últimos meses.

El concejal popular considera que contratar a una empresa externa es un "gasto cuestionable" salvo que esta actuación "esté motivada por falta de medios" e indica que siempre tiene que estar bajo el control y dirección del área de Intervención. Rodríguez critica, además, que los 110.000 euros que se gastarán en una auditoría "representa el doble de lo asignado en vales de alimentos para Cáritas".

El edil conservador insiste en que los ayuntamientos "son posiblemente las administraciones más controladas y fiscalizadas" de España porque, a nivel interno, están controlados por el interventor y, a nivel externo, por la Sindicatura de Cuentas y el Tribunal de Cuentas. Rodríguez añade que el control político se efectúa a través del Pleno, que el pasado septiembre, dijo, aprobó la cuenta general del Ayuntamiento ovetense.