"En Java, el medio de vida de muchos de sus habitantes es sacar azufre de los cráteres de los volcanes, muchos de ellos mueren por respirar los gases tóxicos, y por solo siete euros al día". Así lo contó ayer Jorge Fresno, incansable viajero y fotógrafo, durante la segunda proyección de fotografías de su viaje a Indonesia que presentó en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

En esta ocasión hizo un repaso con imágenes asombrosas de su recorrido por las islas de Java, Bali y Komodo. En el volcán de Bromo, uno de los setenta y cinco que están en activo en Indonesia, captó en imágenes los gigantescas columnas de humo que salían de su cráter, igual que de los cinco que están muy cercanos.

En medio de este impresionante escenario natural retrató a los trabajadores del azufre, algo que, admitió, "me sobrecogió".

Después Fresno saltó a la paradisiaca y turística isla de Bali, que está situada en la parte más occidental de las islas menores de la Sonda, junto con Java al oeste y Lombok al este. "En medio de arrozales me alojé en hoteles muy singulares y también de mucha calidad. Al estar en medio de la naturaleza las sensaciones que vivía eran intensas", confesó el fotógrafo.

Después, se desplazó en barco hasta la isla de Komodo, que pertenece al Cinturón de Fuego del Pacífico y que, por lo tanto, es de origen volcánico. Sus habitantes viven de la pesca y de las actividades relacionadas con el Parque Nacional de Komodo. "Buceando entre corales experimenté una sensación única. Muchos buceadores se animan a recorrer los fondos marinos que son todo un atractivo turístico", explicó el fotógrafo. Desde el año 2011 este parque es una de las siete maravillas naturales del mundo.

En su exótico recorrido por Indonesia Jorge Fresno no olvidó tampoco visitar el mayor templo budista del mundo, el de Borobudur, que fue declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco a comienzos del siglo XX.