El Colegio de Arquitectos de Asturias es partidario de revisar en profundidad el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Oviedo -vigente desde el 6 de febrero de 2006- y revisar la calificación de suelo urbanizable de muchos solares de la ciudad en especial los "más alejados sin continuidad del tejido urbano y los situados en las proximidades de las redes viarias de alto tránsito".

De esta forma, el nuevo PGOU, a juicio de los arquitectos, debería reconsiderar el desarrollo urbanístico en solares situados en San Claudio y sus alrededores, Colloto y La Manjoya. Los urbanistas apuestan por "revisar los suelos urbanizables para reclasificar aquellos que no se justifiquen". "Hay suelos urbanizables en el actual PGOU que no tiene sentido mantener así", apuntan los expertos. Al mismo tiempo, el Colegio de Arquitectos considera necesario "potenciar" los espacios peatonales conectando la ciudad con "el espacio periurbano" y "con el medio rural circundante".

Éstas son algunas de las líneas maestras que se recogen en un documento realizado por el grupo de Urbanismo del Colegio de Arquitectos -redactado a petición del grupo municipal de Ciudadanos- sobre la necesidad de que Oviedo cuente con un nuevo PGOU, y que fue presentado ayer. "Desde que empezó la crisis llevamos años advirtiendo de que ha cambiado el modelo de ciudad", apuntó Alfonso Toribio, decano de la entidad colegial. "La ciudad tiene que crecer y desarrollarse de otra manera", explicó.

Los arquitectos consideran que hay viviendas suficientes y apuestan por las rehabilitaciones. Y para sustentar sus palabras ofrecieron una serie de datos. En el PGOU vigente las áreas de desarrollo previstas suman 1.013,7 hectáreas (el 5,5 por ciento del total del territorio del concejo), de las que sólo se han transformado entre 245 y 310 hectáreas. En este suelo, según los cálculos de los expertos, se estima que están pendientes de construir 26.956 viviendas. A esta cifra habría que sumar las 18.000 viviendas que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) permanecen vacías en Oviedo.

En este punto tomaron la palabra los responsables de la redacción del documento, los arquitectos Felipe Díaz-Miranda y Ana Piquero, coordinados por Javier Calzadilla. Díaz-Miranda y Piquero explicaron que la revisión del PGOU debe hacerse partiendo de la participación ciudadana para acabar con lo que consideran un modelo agotado tras la crisis del ladrillo. Pero antes, los arquitectos creen necesaria la redacción de un plan estratégico de ciudad para aclarar hacia dónde quiere ir la capital del Principado. Y todo ello teniendo en cuenta la necesidad de "crear nuevos instrumentos de ordenación del territorio a nivel regional y municipal".

Bajando al detalle, Felipe Díaz-Miranda apostó por rediseñar el PGOU "para ayudar a crear empleo estable" reservando bolsas de suelo que se destinen a industrias especializadas (investigación, biomedicina, tecnología...). Por su parte, Ana Piquero aseguró que el vigente PGOU "define un modelo territorial caduco", que tachó de "desarrollista y gran consumidor de suelo". Piquero también denunció que el PGOU realizado en tiempos de Gabino de Lorenzo (PP) en la Alcaldía apostó por la "segregación social" con 16 ámbitos de vivienda protegida "alejados del centro" y "en el peor suelo". De ahí que recomendara que los nuevos desarrollos de viviendas cuenten todos con pisos protegidos.

Los urbanistas pusieron sobre la mesa la necesidad de aclarar el futuro de los terrenos del Cristo y de la Vega antes de meterse en harina con el PGOU. Algo que el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, no ve con buenos ojos ya que si el Ayuntamiento espera a que se aclare el futuro de estos dos grandes solares "tendríamos solares parados entre tres y cuatro años". Mientras, Javier Calzadilla abogó por mantener la titularidad pública de ambos espacios. Y Luis Pacho, portavoz de Ciudadanos, abogó por que el nuevo PGOU debe ser acordado por todos los grupos y se comprometió "a no hacer una capitalización política de esta cuestión".