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GONZALO TAPIA | Director de cine, presenta en Oviedo la "première" europea del largo "Neckan"

"La televisión financia grandes producciones, pero dificulta hacer cine independiente"

"Cataluña, Galicia y el País Vasco tienen interés político en grabar películas y el resto se contenta con cintas de bolsillo"

Gonzalo Tapia, en una visita a Oviedo. MARA VILLAMUZA

Gonzalo Tapia (Avilés, 1963) está preparando la maleta para venir a Asturias. El domingo 6 de marzo asistirá en el Filarmónica a las ocho de la tarde a la première europea de su película "Neckan", que forma parte de la programación de la II Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo (SACO). El director de cine vendrá unos días antes de la proyección a reencontrarse con viejos amigos y preparar la llegada de su familia, con la que abandonará Madrid y se instalará en la capital asturiana. Contento de que Oviedo sea la ciudad que acoja el estreno en el continente europeo de su segundo largometraje tras estrenarlo en Canadá el año pasado, desvela los detalles de una historia con un reparto de lujo.

-¿Qué significa "Neckan"?

-Es un término hebreo que significa venganza y justicia. El largometraje es un thriller que cuenta la historia de un joven abogado de la élite franquista, interpretado por Pablo Rivero (Toni Alcántara en "Cuéntame") que en 1956 se marcha a Tetuán para investigar quién era su padre después de recibir varios anónimos. En esa época, Marruecos logró independizarse de España.

-¿Grabó toda la película en el país africano?

-Los exteriores allí y los interiores en Valencia. Siempre digo en broma que lo que está pintado de blanco es Marruecos. Estuvimos en Tetuán, al norte del país, y en Chauén, en las montañas del Rif. Valencia tiene lugares que parecen marruecos y dan el pego. En parte lo hice porque mis dos productores, Carles Pastor y Piluca Baquero, son valencianos.

-¿Hubo dificultades de grabación en Marruecos?

-En absoluto. Todo el mundo cree que al ser un país en vías de desarrollo, no hay mucho cine. Y es justo al revés. Tiene un alto nivel técnico y de producción. Además ofrece servicios a los americanos. El mayor problema que tuvimos fue que se nos estropeó un coche de época en mitad de las montañas del Rif.

-¿También la financiación del largo fue coser y cantar?

-Qué va. Tenía hecho el guión de "Neckan" desde 2008. Eché mucho tiempo con varios productores que me dejaron en la estacada hasta que conseguí sacar el proyecto adelante gracias a Carles Pastor y Piluca Baquero. Michel Gaztambide (guionista de "No habrá paz para los malvados" o "La caja 507") le dio la forma final. Es una producción pensada para llevar a cabo con un gran presupuesto y que al final hubo que recortar. Quité salones con orquesta, un club de oficiales y mujeres vestidas de gala...

-¿Por qué es tan difícil conseguir respaldo económico?

-Antes era más fácil hacer pequeñas y medianas producciones, pero ahora mandan los gustos televisivos y eso empobrece el espectro de producción. Quiero decir que la televisión financia grandes producciones pero dificulta hacer cine o producciones audiovisuales independientes. Por otra parte, en Cataluña, Galicia o el País Vasco tiene interés político en grabar películas porque quieren explicar el mundo tal y como ellos lo ven, mientras el resto del Estado se contenta con producciones para cintas de bolsillo. Lo único que me consuela es que el talento no se puede frenar y hay mucho.

-¿Está contento con el resultado de "Neckan"?

-Mucho. Estoy orgulloso del largo. Sobre todo de la fotografía, a cargo de Hermes Marco. Y de los actores. Especialmente de Pablo Rivero porque padeció los sinsabores de una pequeña producción y aportó ideas. El reparto es muy bueno: Hermann Bonnín, Roberto Álvarez, Natalia Plasencia o Manuel Manquilla.

-¿Qué le parece el programa de SACO?

-Excelente. Agita el panorama cultural ovetense y potencia las producciones independientes. Lo tiene todo.

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