A eso de las nueve de la noche, cuando el sol iba bajando, salí con una regadera a refrescar las plantas que tenia delante de casa, unas minutisas. A medida que las iba regando quitaba las flores marchitas. En una de esas vi que un hombre se iba acercando, venía del monte. Saludó muy atento, preguntó por donde tenía que caminar para llegar a otro pueblo cercano. Tenía aspecto poco arreglado, pidió un vaso de agua, muy agradecido y educado se despidió, y aquel hombre misterioso se fue.

Pasados varios meses viendo la tele, en el tráiler de una película próxima al estreno, y en una de las escenas salió aquel hombre, que había pasado por allí caminando desde quien sabe donde. Pues bien, resulto ser un afamado actor de Hollywood, y yo sin darme cuenta. Aunque la cara me resulto conocida nunca me lo hubiera imaginado. Pues si, era él, y recorría aquellos pueblos para preparar su personaje, el Capitán Alatriste. Siempre que veo minutisas me acuerdo de él. De nombre científico Dianthus barbatus, aunque supongo que les sonara mas clavel del poeta, minutisa o clavelina, es un clásico en el jardín, que podemos cultivar en parterres, en rocallas, en macetas, y prácticamente donde quieran. Esta especie tan colorida y vistosa crece silvestre en toda la cuenca mediterránea. No por ello necesita poca agua. De hecho en verano o en épocas de calor es importante mantener ligeramente la humedad en el terreno. Es muy dura y se adapta a casi todo, no requiere un suelo especial, ni mucho menos, con que drene bien vale. Y si ya la colocamos en un lugar muy soleado muchísimo mejor, porque en el momento que llegue la floración ésta va a ser mucho mas intensa y duradera. Es una planta herbácea con tallos largos -pueden llegar a alcanzar los ochenta centímetros-, con hojas pequeñas y alargadas, y al final de esos tallos ramilletes de flores, con una amplia gama de colores, también jaspeados en primavera y verano, sin parar, durante todo el tiempo. Esto se consigue con dos pequeños secretos, el primero es ir cortando las flores a medida que se van marchitando, eso por un lado, y por otro hay que abonar en primavera y verano con guano.

La propagación de este tipo de plantas se puede hacer por tres vías, bien germinando semillas, en verano y otoño, en un sustrato suelto, y manteniéndolo húmedo. Es importante mantenerlo a una temperatura constante de unos diecisiete grados, mas o menos, y en un par de semanas se podrán ver los resultados. Los esquejes son otra opción, mucho mas rápida.

Estos serán de unos quince centímetros mas o menos, cortando en bisel justo debajo del nudo, manteniendo la humedad del sustrato -una mezcla de arena y turba a partes iguales- y en poco tiempo ese esqueje estará enraizado. Y por ultimo por división de mata; con cuidado se separa un trozo y se pone directamente al terreno, es cuestión de días que la planta enraíce. Así de sencillo.

Los pulgones pueden encontrar en las minutisas un buen manjar; con jabón potásico esto se soluciona, quizás esta sea la plaga que puede causar problemas, el resto prácticamente no le afecta.

En cuanto a enfermedades el oídio -polvillo blanco que aparece en el haz de las hojas- si no se elimina puede llegar a secar la planta; hay un remedio casero muy efectivo en estos casos, un macerado de cola de caballo en agua, pulverizado sobre la planta, elimina todo tipo de hongos y no afecta para nada a la planta ni a las flores -en caso de estar en floración- El exceso de agua puede dar lugar a la aparición de hongos en la raíz; estos si que son mas complicados de eliminar, por lo que les recomiendo mucho cuidado a la hora de regar.

Las minutisas no solo las podemos tener dando color al jardín, esos tallos largos que dan lugar a las flores son usados como flor cortada. Las flores son comestibles, y es una planta a la que hace años se le encontraban usos medicinales, pero en la actualidad apenas se usa. Si quieren colorido desde primavera hasta otoño la minutisa es lo más adecuado.