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Al final de la semana

Mejor callar que tropezar

El Alcalde no quiere opinar más de El Asturcón; Rivi ya no habla de la Ascensión; Rosón, torrente de ideas

Mejor callar que tropezar

La segunda semana después del acuerdo para el presupuesto deja actitudes desconocidas en dos de los pilares del trío de mando ovetense. Ahora, después de cometer deslices, después de lanzar ideas que no han podido sacar adelante Wenceslao López y Roberto Sánchez Ramos optan por callar en dos de los asuntos más delicados con los que conviven. El alcalde y el teniente de alcalde de la parte de IU se tapan; en Somos siguen a su ritmo y, con Rubén Rosón desmelenado, son un torrente de ideas. En el aire está el futuro del centro ecuestre El Asturcón y también de la feria de la Ascensión. Los caballos y las vacas no lo tienen claro en Oviedo. Por partes.

Un mes para el cierre

Al hípico de Oviedo le queda un mes para pasar a la categoría de mausoleo, un magnífico sepulcro de lo que quiso ser y a lo que apenas llegó. Wenceslao López pretende salvarlo pero está fallando. Y se le agota el tiempo. No hay empresa que quiera hacerse cargo. Pero sacar adelante El Asturcón es su empeño. Él mismo lo ha dicho. Él mismo se puso una tarde frente a los medios (que es lo mismo que ponerse frente a los ciudadanos) para decir que la cosa iba bien. Era como el entrenador que llega para sacar al equipo del descenso, pero transmite más aire de funerario que de sanador. Desde ese día, todo ha ido a contrapelo en la finca que linda con Llanera. Al alcalde le echaron abajo los pliegos del concurso dos veces los técnicos. Ahora, quien le ha dado la espalda son los presuntos interesados en gestionar la instalación. Nadie se ha presentado. Tienen su estrategia y tensan la cuerda. De momento, concurso desierto y peligro de cierre. A las empresas interesadas (que las había, pues el alcalde habló con varias) ha habido un par de detalles de las normas de Wenceslao López que no les gustaron: el precio para las clases -demasiado caro a su juicio para conseguir un buen número de clientes- y tener que asumir un par de empleados municipales a un coste que consideran elevado. El Alcalde ya tiene un plan pero esta vez guardará silencio. No quiere verse de nuevo atrapado e incapaz de cumplir una promesa. Pero mientras sigue aplicando oxígeno al enfermo tiene que soportar cómo otros intentan cortar el cable del aire. La corriente podemista del tripartito disfruta con la situación. Somos, con el inagotable Rubén Rosón, al frente, una máquina de lanzar ideas al aire, le pone el lazo una y otra vez a uno de los símbolos del gabinismo: que tienen hasta el 31 de marzo para sacar los caballos; que la prioridad del Ayuntamiento no es la hípica; que El Asturcón serviría para festivales de música... La provocación a Wenceslao López es manifiesta. La partida se juega en la plaza de la Constitución. Y tiene fecha para resolverla. Un mes.

Sin sede para la Ascensión

Habrá feria de la Ascensión de nuevo en Oviedo pero, como hace al alcalde, Roberto Sánchez Ramos calla después de haber cometido una imprudencia cuando dijo que iría a Montecerrao. El mensaje a Llanera ya está enviado. Que no cuenten más con la feria. Ahora, a cerrar un sitio en la ciudad.

Un poco de aire para Caunedo

Al exalcalde se le vio el viernes en una comisión en el Ayuntamiento menos rígido que últimamente. Por difícil que podía parecer, desde Lugo le llegaron buenas noticias. El interventor municipal declaró ante la juez del caso Pokémon que Iglesias Caunedo no había tenido nada que ver en la devolución de la fianza de un contrato a una filial de Aquagest, la empresa de la trama del agua. Hay una corriente de sospechas en que los viajes de Caunedo a Estados Unidos y Croacia tienen algo que ver con esa fianza devuelta y que por eso Joaquín Fernández (empleado de Aquagest y tiempo atrás con cargo en el PP) pagaba billetes de avión y hoteles. Pero ahora hay un técnico municipal que desmonta la teoría.

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