Rafael Rebolo López (Cartagena, 1961) miraba al cielo cuando era pequeño y no paraba de preguntarse qué había detrás de todas esas estrellas. Se empeñó en descubrirlo y ahora es el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, todo un referente en cuanto a investigación. El viernes pasado estuvo en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo para ofrecer una conferencia titulada "La exploración del universo: desafíos y oportunidades para la ciencia española". No quedó ni un solo asiento libre.
-¿Es cierto que sigue habiendo oportunidades para la ciencia española a pesar de los recortes?
-Claro que las hay. España tiene un buen colectivo de científicos, aunque no hay muchos medios para destinar a la investigación. Afortunadamente, en el campo de la exploración del universo contamos con acuerdos internacionales que nos obligan a mantener una participación constante y uniforme. Hay recortes pero las inversiones no desaparecen del todo. En España hacemos contribuciones a misiones espaciales y tenemos observatorios astrofísicos de primera magnitud.
-¿La crisis limita la capacidad investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias?
-Se nota sobre todo en la capacidad de iniciar nuevos proyectos. Hemos procurado que el número de científicos e ingenieros no disminuya, pero como hemos sufrido un recorte del 30% sólo podemos mantener la plantilla haciendo las cosas más despacio. No podemos ir al ritmo que otros países marcan. España tiene que estar al nivel de Francia, Alemania, Italia o Inglaterra. Vamos en el pelotón, pero hay que luchar para ponerse con los de cabeza.
-Se han descubierto o identificado unos 2.000 planetas, ¿hay vida más allá de la Tierra?
-Es evidente que no lo sabemos, pero yo pienso que es muy probable. Como soy científico tengo que trabajar para demostrarlo, pero no existe ninguna razón para decir que sea imposible. Lo primero que hay que hacer es poner recursos para localizar planetas similares al nuestro. Luego es necesario tener medios para caracterizar sus atmósferas y lo que hay en la superficie de esos planetas, aunque todo eso supone un desafío tecnológico increíble.
-Solemos imaginar supuestos extraterrestres de colores o con formas diferentes a las humanas...
-Sólo hay que echar un vistazo a las variedades de formas de vida que hay en la Tierra. Si se hace una ampliación de un grillo o de una langosta se ve que son animales fantásticos y de una complejidad enorme. Si es que hay vida fuera de este planeta, lo más probable es que las formas sean muy variadas porque se irían adaptando al medio en el que viven. Podríamos encontrarnos de todo, quién sabe. No obstante, nosotros seguimos trabajando con evidencias científicas.
-Se ha puesto muy de moda Marte, ¿acabaremos yendo allí a pasar los fines de semana?
-Quizá dentro de unos siglos los viajes frecuentes a Marte no sean extraños. Lo que es difícil de decir es en cuánto tiempo, pero la tendencia de la humanidad demuestra que siempre hemos estado descubriendo nuevos territorios.
-Pero está muy frío, hay alrededor de cincuenta grados bajo cero, ¿no es así?
-Sí. Las primeras visitas evidentemente necesitarían ir con trajes, pero ya hay pruebas en desiertos y se están diseñando construcciones que podrían permitir la vida humana en esas condiciones. Hay que darse cuenta de que en la Estación Espacial, que está a 500 kilómetros, hay científicos viviendo en turnos durante años. Marte está más lejos pero las condiciones no son peores.
-¿Películas como "Marte" o "Interstellar" reflejan la realidad?
-El trabajo que se ha hecho en "Marte" es excelente. En estas películas se trabaja con asesores expertos en estos temas y es difícil que las cosas se hagan mal. No se si se refleja la realidad, al menos van en la línea de los pensamientos teóricos.
-Hace poco se han cumplido 400 años de la sanción a Galileo por decir que la Tierra giraba en torno al Sol, ¿cómo ha cambiado nuestra concepción del universo desde entonces?
-Pues un poco (risas). Ahora sabemos que que la Tierra es un planeta pequeñito en una galaxia en la que hay cien mil millones de estrellas y en la que una de ellas es el Sol. Además nuestra galaxia forma parte de un universo inmenso donde hay cientos de miles de millones de galaxias, cada una conteniendo estrellas en un número parecido. Somos algo muy pequeño, eso sí lo hemos aprendido.
-¿La Tierra corre peligro de que un asteroide la borre del mapa?
-La Tierra siempre ha estado sometida al impacto de asteroides, la cuestión es con qué frecuencias ocurren fenómenos destructivos. Los más destructivos ocurren en escalas de millones de años. Nosotros lo que tenemos que hacer es tener capacidad para predecir cuando esos asteroides que amenazan a la Tierra y saber reaccionar.
-¿Qué ha supuesto para la astrofísica el descubrimiento de las ondas gravitacionales?
-Pues ahora se abre una nueva etapa que enriquece enormemente a la astrofísica. Hasta ahora, la principal información que recibíamos era a través de ondas electromagnéticas, esa información se va a multiplicar. El cambio es tan importante que puede compararse a la importancia que tuvieron en su día los descubrimientos de las lunas de Júpiter de Galileo.
-¿Qué tiene Canarias que no tenga Asturias para el trabajo de los astrofísicos?
-El cielo. El de Canarias está entre los tres mejores del mundo por su situación geográfica.
-¿Los astrofísicos son astronautas con miedo a montarse en una nave espacial?
-Es que salir de la atmósfera terrestre ya son palabras mayores. Somos científicos que queremos explorar el universo. Algunos de mis colegas se han presentado para ser astronauta y han estado cerca. Pero también nos gusta tener los pies en la Tierra.
-¿Qué descubrimiento le gustaría firmar?
-Me encantaría descubrir planetas como la Tierra y demostrar que hay actividad biológica en alguno de ellos.
-¿A quién se llevaría usted a ver las estrellas?
-Yo llevo a ver las estrellas a todo el mundo, pero me gustaría especialmente que el próximo presidente del Gobierno, sea quien sea, venga a Canarias a verlas.
