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El aborto se cuela en el Ayuntamiento

El tripartito y el PP se enzarzan por un texto institucional a favor de la mujer trabajadora con leves referencias a la interrupción voluntaria del embarazo

Intentaron negociar un documento conjunto a favor de la mujer trabajadora y acabaron todos peleados por el aborto. La culpa fueron dos líneas (dos literalmente) de un texto de casi cuatro páginas de longitud que pretendía (y pretende) servir como declaración institucional para el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora.

Esta es una historia a contrarreloj de concejales para aquí y para allá, de llamadas furtivas, de reuniones clandestinas, de susurros gamberros y de buenas caras y malos deseos. Esta es la historia de un día en el Ayuntamiento. A un lado el gobierno, al otro el PP.

El lío empieza cuando María Luisa Ponga, concejala de Igualdad (PSOE), redacta una declaración a favor de la mujer trabajadora. Lo hace en el despacho del PSOE y, cuando lo tiene acabado, llama a IU y a Somos para que lo vean y opinen. Son tres páginas y media y hay dos líneas, dos, que dicen lo siguiente: "Siempre contra el machismo significa defender la libertad de elección de las mujeres sobre su maternidad y reconocer y respetar los derechos sexuales y reproductivos".

Ahí no pone nada de aborto pero se sobreentiende. Se sobreentiende de tal manera que en esa reunión a tres alguien deja caer que eso no va a sentar bien al PP.

Efectivamente. Al PP le sienta como un tiro y dice que se elimine inmediatamente.Que ellos no pueden firmar algo así porque su "gente" (sus votantes) no lo darían de paso. Son dos líneas perdidas en un porrón de párrafos. Pero con la ideología no se juega, y más ahora que se avecinan urnas. O eso creen. O eso desean.

Total, que el PP accede a negociar. Y el tripartito también. Y hay un intento de llegar a acuerdos. En él se matizan algunas cosas de la versión original que no gustan a los conservadores. Pero llegan a esas citadas dos líneas. Dos líneas muy rojas. El PSOE dice que a él no le importaría disfrazarlas para que no pudieran herir sensibilidades populares. Pero IU y Somos dicen que no. Que así va. Que bastante suave está ya. Que la palabra aborto no aparece por ningún sitio. Se rompe la negociación. Es viernes. Fin de semana para reflexionar.

Llega el lunes. Ayer. Lo vuelven a intentar con un condicionante: hay hasta las 12.00 horas para registrar la moción y que vaya al Pleno, que es al día siguiente. O sea, hoy. Todo se acelera. Hay concejales que esprintan para recorrer un metro. Tic, tac.

La reunión acaba nuevamente en fracaso. El PP no se baja de la burra. Y el tripartito tampoco.

Y entonces llega el PP con una jugada maestra. A última hora, redacta una moción propia y la registra de urgencia. Y entonces llega el tripartito con una torpeza maestra: se mete en un despacho a analizar la situación y se le pasa la hora. No registra la declaración que había redactado.

"Pues la presentamos como moción", sugiere alguien del gobierno. "Se puede como declaración también", interviene otra edil. ¿Y puede una declaración institucional ir sin la firma de todos los grupos de la Corporación? Llamada al secretario municipal. Afirmativo.

Así que la mujer trabajadora se ve con dos textos, un lío por el aborto y una duda. ¿Cuál es el final del culebrón? ¿Qué presentará el tripartito? ¿Retirará el PP su moción? Esta tarde en el Pleno. Eso sí, Ciudadanos por si acaso, ya dejó clara su posición: votará a favor de las dos. Si es que al final hay dos. Que está por ver.

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