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Dos menores dan una paliza a un niño de 12 años para robarle en un portal de Vallobín

"Una banda se ha adueñado del parque", alertan los vecinos de la plaza Ángel González, que piden cámaras de vigilancia

Dos menores dan una paliza a un niño de 12 años para robarle en un portal de Vallobín

Un niño de 12 años recibió hace unos días una paliza en el portal de su vivienda, en la plaza Ángel González, a las ocho menos cuarto de la tarde. Le pegaron otros niños, que aunque eran más altos y más fuertes, no parecían tener muchos más años, quizá 13. El chaval estaba entrando en el portal cuando le llamaron y le pidieron que no cerrase la puerta, porque iban a visitar a un amigo. No las tenía todas consigo, pero sujetó la puerta para dejarles pasar. Sus intenciones no eran buenas: una vez dentro, lo empujaron hasta los buzones y le pidieron que les diese "todo el dinero". Él les dijo que no tenía nada. Pero no le creyeron. "Les dije que me dejasen en paz y empezaron a pegarme. Les grité '¿pero qué hacéis?', y siguieron dándome puñetazos", relató la víctima a LA NUEVA ESPAÑA.

La llegada de una vecina (una señora mayor) al portal, disuadió un poco a los malhechores, que aunque dejaron de pegar al niño, aún tuvieron tiempo para registrarle la mochila. Su madre, Teresa Gutiérrez, además de denunciar los hechos en la Jefatura Superior de Policía, quiere hacer público un incidente, que asegura que no es aislado. "Esta vez le ha tocado a mi hijo, pero desde hace tres años en la plaza de Ángel González hay cada vez hay más inseguridad, la gente le llama el parque del miedo", sostiene la madre del menor herido, que aunque no sufrió lesiones de gravedad (moratones en la cara) el susto sí le acarreó una leve crisis de ansiedad. "Esto ya es demasiado. Yo bajo con miedo a llevar la basura, con el móvil en la mano, desde que en una ocasión un hombre me dijo que me iba a rajar", señala la mujer. "Pero lo de los niños ya es demasiado. A esta edad pretendes darles cierta autonomía, pero con este panorama a la puerta de casa...", se lamenta la madre del menor agredido.

Teresa Gutiérrez no es la única vecina del parque que denuncia esta situación de inseguridad. Sin embargo, la mayoría prefiere mantener el anonimato por temor a represalias. "Hay una banda de veinticinco adultos y otros tantos menores que se han adueñado del parque, cuando se hace de noche no es recomendable andar por aquí", señala una vecina que asegura que en más de una ocasión ha llamado a la Policía para denunciar diferentes situaciones.

Los vecinos hablan de reiterados robos a los comerciantes del entorno de la plaza y aseguran que los miembros de esta "banda" se cuelan por el ascensor en el garaje para robar en el interior de los vehículos "o rayarlos de delante a atrás". También sostienen que en alguna ocasión consiguieron colarse en una vivienda trepando por una farola de la plaza.

Además del "parque del miedo" en el vocabulario de los vecinos del entorno de la plaza hay otra nomenclatura peculiar: "la calle muerta". Se trata de la calle Marcelino Suárez, sin salida, donde los vecinos aseguran que "los mismos del parque" han montado una especie de concesionario de compraventa de vehículos ilegal al aire libre. "Los ves por aquí todo el día con los coches atravesados. Viene gente, les dan una vuelta, les hacen fotos...", critican. "Parece que hay alguno que lo venden hasta dos veces, por qué será...", especula un vecino.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Emilio Peña, al tanto de la situación, se ha solidarizado con los vecinos de la plaza. Piden más presencia policial, más alumbrado público y también cámaras de vigilancia para que la zona "recobre la tranquilidad".

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