"Saqué el puesto ochenta y pico, pero a la hora de elegir plaza tuve los mismos derechos que el compañero que sacó el 450", afirmó ayer Lilian Pombo, enfermera que en el pasado concurso-oposición obtuvo una plaza en el servicio de urgencias del Hospital San Agustín de Avilés.
Lilian Pombo es a la vez opositora y representante sindical de USIPA, organización que recurrió el concurso y que ha obtenido una sentencia que ordena repetir el proceso de adjudicación de plazas del concurso-oposición. Una resolución judicial según la cual el Servicio de Salud del Principado (Sespa) no ofertó a los enfermeros "concretos puestos de trabajo", sino "una serie innominada de plazas dentro de cada área sanitaria". "No se me dio la posibilidad de escoger entre un servicio y otro, y mucho menos de acceder a una plaza de primaria", subrayó Lilian Pombo.
La voz institucional de USIPA la puso Yolanda Iglesias, quien enfatizó que la intención última del sindicato es que, "cuando los enfermeros elijan plaza, sepan qué plaza concreta están escogiendo, y que los mejor clasificados tengan prioridad en esa elección, un principio que el Sespa ha vulnerado". "Es lamentable que los puestos de atención primaria haya estado vedados a los nuevos propietarios", agregó en alusión a la oferta pública de empleo (OPE). "Es de agradecer la valentía de los dos compañeros que recurrieron el proceso selectivo, dando la cara por muchos otros enfermeros", apostilló Iglesias.
