Tengo el honor de escribir este primer artículo con el que el Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo (ICAO) recupera la sección "El Estrado", un espacio abierto a todos aquellos colegiados que tengan la inquietud de expresar y dar a conocer sus opiniones sobre temas relacionados con la Abogacía. Y quiero aprovechar mi presencia en este estrado para elogiar públicamente el trabajo que día a día realizan las abogadas y los abogados de Asturias, muchas veces poco reconocido pese a su relevancia social y en ocasiones poco respetado por otros actores de la Justicia.

Una de las prioridades de la actual Junta de Gobierno del ICAO es la de trasladar a la sociedad la importancia de nuestra profesión, velar por sus intereses frente a cualquier intrusismo o intento de menoscabar su dignidad y defender a ultranza un ejercicio de la Abogacía basado en la ética. Y para ello el Colegio debe ser un instrumento eficaz que respalde siempre a los abogados y abogadas, que les apoye ofreciéndoles formación y servicios para un mejor desarrollo de su actividad, que se haga eco de sus demandas e inquietudes y que, en definitiva, sea su voz ante esa sociedad a la que sirven.

Queremos contribuir activamente a la mejora de la Justicia en nuestro país -una demanda casi permanente de la ciudadanía y de la propia profesión-, pero para eso exigimos a los poderes públicos ser escuchados. Para el éxito de cualquier reforma es imprescindible que una parte tan importante del sistema judicial como es la Abogacía sea tenida en cuenta antes de aplicarla. Un ejemplo: la reciente puesta en marcha del sistema LexNET de comunicación telemática con la administración de Justicia es positiva, sin duda, pero se ha hecho de tal forma (por aquello del "papel cero") que son los abogados y abogadas quienes sufren día a día constantes quebraderos de cabeza por las deficiencias operativas. Desde el ICAO, sumándonos a la petición del Consejo General de la Abogacía, solicitamos un periodo transitorio durante el cual podamos compartir la información en papel con la digital hasta que se subsanen los problemas detectados. Tal vez si alguien hubiera escuchado antes a la Abogacía, esto no hubiera ocurrido.

El asunto LexNET no es más que un botón de muestra, pero deja bien a las claras que, a veces, esa forma tan nuestra -tan "española"- de hacer las cosas no resulta operativa. Por eso creo firmemente que es necesario un gran pacto de Estado por la Justicia; un pacto en el que se tenga en cuenta la opinión de la Abogacía en igualdad con el resto de operadores del sistema. Tenemos a la vista una nueva legislatura y una nueva oportunidad para que esa reforma sea fruto del diálogo, del consenso y de la aportación de todos cuantos trabajamos en aras de una Justicia más moderna y eficaz al servicio de los ciudadanos.

Y ese espíritu de servicio que tiene nuestra profesión es el que también quiere potenciar el Colegio de Abogados de Oviedo, una institución que nació hace más de dos siglos y que siempre ha velado por los intereses de sus profesionales para que éstos presten un mejor servicio al ciudadano.

El Colegio gestiona el Turno de Oficio y la Justicia Gratuita con un grado de satisfacción muy notable entre aquellas personas que la precisan. Ahora es el momento de mejorar en este terreno, poniendo en marcha nuevos turnos especializados con el fin de que los profesionales que los prestan estén cada vez mejor preparados. Y para ello, también vamos a seguir incidiendo en la formación como elemento esencial para el reciclaje de los abogados y abogadas. En este sentido, creo modestamente que el ICAO es un excelente referente formativo para todos ellos, con ciclos de cursos y conferencias permanentes y muy orientados a la práctica diaria de la profesión. Los constantes cambios normativos así nos lo exigen.

Son muchos los servicios que el Colegio presta a los colegiados y colegiadas, y en un mundo en constante transformación nuestra profesión requiere de herramientas nuevas que le permitan dar respuesta a las demandas sociales que se generan cada vez con mayor rapidez. Por eso queremos estar muy atentos a lo que nuestros profesionales nos soliciten y ser cada vez más el colegio de todos. El colegio de los más de 4.000 profesionales que ejercen en nuestra demarcación y el colegio de la sociedad asturiana en su conjunto a la que sirven.

Queremos un ICAO cada vez más vivo, más abierto a la sociedad y más atento a sus demandas. Una institución moderna que recoja las aspiraciones de la profesión y contribuya a mejorar la percepción que la sociedad tiene de ella, sabiendo transmitir valores y principios que desde siempre han estado en la razón de ser de la Abogacía.