La presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, aseguró ayer en Oviedo que la hullera no perderá la cara a su carácter minero a pesar de los diferentes caminos que pueda tomar en el futuro. "Hunosa tiene que poner en marcha nuevas líneas complementarias al carbón, pero sin olvidarnos que, como empresa pública minera, tenemos que asumir unas responsabilidades que son inherentes a la minería, como ocurre en toda Europa". Mallada se expresó así anoche, antes de tomar parte en la tertulia "L'Alderique", que con la presidenta de la hullera estrenó la que será su nueva sede: el Club de Tenis de Oviedo. La charla de Mallada tenía como título "Hunosa: entre los costes eternos y la lógica empresarial".

Dialogar con respeto y sosiego. Ésta es la máxima de la tertulia que fundó el inquieto periodista César Álvarez, quien así lo subrayó ayer. El actual presidente del colectivo, José María Pérez, dio la bienvenida a la ingeniera de minas, "la primera mujer que preside Hunosa en cincuenta años, a la que podemos definir como una trabajadora de la mina".

Una observación muy acertada, ya que María Teresa Mallada comenzó trabajando en la emblemática empresa minera asturiana "bajando a los pozos hasta llegar a ser su presidenta", advirtió Pérez.

De la presentación de la invitada se encargó otro ingeniero de minas, Antonio Checa, exconsejero de Economía del Principado y extrabajador de la hullera asturiana, que en su discurso comenzó refiriéndose a la energía en general, para después detenerse en la del carbón. Finalizó recordando los "orígenes mineros" de María Teresa Mallada y se mostró orgulloso de ser su colega. "Pero yo no llegué a presidente", bromeó entre risas.

Entre los asistentes, uno llegado por sorpresa, llenó de alegría a la presidenta de Hunosa. Otro allerano, el psicoesteta Ramiro Fernández. Fue una nota humana que marcó el resto de la velada, a la que no faltaron los clásicos tertulianos: el delegado de Defensa, el coronel Vicente Bravo Corchete; el infatigable y polifacético José María Casielles Aguadé; el expresidente de FADE Severino García Vigón; el cronista oficial de Lugones, José Antonio Coppen, felizmente recuperado de un achuchón, lo que alegró a todos los tertulianos, que le dieron una bienvenida especial. También hubo ausencias, inevitables por distintas razones, como la del doctor Adolfo Barthe, un clásico en estos encuentros, pero que ayer se encontraba fuera de Oviedo.

"L'alderique, una palabra muy asturiana, significa hablar y estar de tertulia, a eso vengo aquí, y como hace cuatro años que soy presidenta de Hunosa vengo a transmitirles a los asistentes lo que para mí fue este periodo", comentó a este periódico Mallada antes de comenzar el acto.